El espacio vasco, ínfima parte de la Europa occidental, en el centro del eje pirenaico-catàbrico, ha sido un lugar de paso. En él se habla euskera, una lengua preindoeuropea, però también el castellano y el francés.La imagen de los vascos y su singularidad lingüística y cultural no ha cesado de ser magnífica desde su popularización por Guillermo de Humboldt a principios del siglo XIX. Más allá de las peripecias internas en los estados español y francés, el espacio vasco es objeto de múltiples cuestiones fundamentales de carácter cultural, lingüístico, social y económico. El archipiélago de los vascos reflexiona sobre la invención de la imagen de un pueblo, desde los marinos y agricultores de siglos atrás hasta el museo Guggenheim o la literatura de Bernardo Atxaga.