DESDE LA CORDILLERA DEL ALMA

PAEZ CARLITOS

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Sinopsis de DESDE LA CORDILLERA DEL ALMA

“En la cordillera yo di lo que podía dar. Lo que vino después es otra historia… El accidente en los Andes, y sé que muchos no entenderán esto, me permitió ser yo mismo, ser valorado y responder a esa valoración de cada día. El hijo de Carlos Páez Vilaró y Madelón Rodríguez Gómez se encontró mejor en medio de aquel infierno que en su propia casa: la separación de mis padres me había quebrado por dentro, cuando tenía catorce años.La vida en la cordillera tenía que ver con mi existencia física, con sobrevivir cada día, y allí viví el milagro de sentir que había desaparecido de golpe el motivo de buena parte de mi desgarradura existencial. Había desaparecido mi casa, mi familia. Todo eso estaba en otro lado de la realidad y no martillaba mi cabeza cada día. Allí arriba tenía un lugar positivo, era uno más… En la cordillera había descubierto que había vida fuera de casa y volver a la situación anterior al accidente fue muy frustrante para mí. Volver atrás era volver a un lugar tremendamente lúgubre, y eso me costó entenderlo…”

1 reseñas sobre el libro DESDE LA CORDILLERA DEL ALMA

Al relato del mundialmente conocido accidente de estos uruguayos en octubre de 1972, Carlos Páez ( hijo del conocido artista Carlos Páez Vilaró y uno de los 16 sobrevivientes luego de 72 días en la montaña) suma el compartirnos con mucha franqueza y claridad su drama personal previo al viaje: el trauma que le significó a sus 14 años la separación de sus padres, etc …. Dos afirmaciones suyas son los contrapuntos entre los que se mueve todo su enriquecedor relato: “Aquel sitio se diferenciaba del infierno sólo en la temperatura” y “El accidente de Los Andes – y sé que muchos no entenderán esto - me permitió ser yo mismo. … el hijo de Carlos y Madelón se encontró mejor en medio de aquel infierno que en su propia casa”. Comparte su caída en el mundo del alcohol y las drogas y cómo el “Carlitos de Los Andes” lo ayudó para salir de ese infierno que destruía su vida entera. Con la autoridad que le da la propia experiencia afirma: “Un trauma como el de la cordillera deja menos secuelas que la adicción a las drogas”. En todas sus conferencias alrededor del mundo ( México, Colombia y Chile son según él donde descubre mayor interés y avidez por la tragedia de los Andes ) lleva siempre el mismo mensaje que es la médula de este libro: que cada uno es depositario de una fuerza interior poderosa y maravillosa que suele desconocer y que el miedo es el que nos aleja de la vida y nos paraliza en el refugio de algún fuselaje.