El título de las memorias de Francisco José garcía es, ya de por sí, una fabulosa experiencia profesional y vital. Si Paco el de Reinosa se hubiera dedicado a aglutinar los malos recuerdos y los peores ratos, estaríamos ante un divertido libro de memorias, amargo y desleal. Pero sus añoranzas son las buenas, las positivas, las que dejan una sonrisa en quien las lee. Paco es como Es como Escámez, como Amancio Ortega, como Santana, como tantos españoles ejemplares que del primer andamio de la humildad alcanzaron la cima suprema. Este libro no es el de un gran director de hoteles. Lo és, pero certifica un detalle aún más considerable. Es el libro de un señor de Cantabria. Y abro sus páginas con orgullo, afecto y amistad. Se lo van a pasar muy bien.