CUERVO NEGRO

Cuervo Negro es una novela negra que se nos presenta mediante dos narradores que en primera persona nos irán introduciendo en la historia. Dos voces atormentadas con pasados que les han llevado a ser lo que conoceremos a lo largo de treinta capítulos coronados con una cita célebre cuya relación con los hechos no pasa desapercibida. Si el prólogo es una invitación a adentrarnos en el mundo de uno de los protagonistas, el epílogo es el broche final para una historia llena de asuntos familiares de lo más escabrosos. Los capítulos irán narrando la historia de manera lineal con algunos saltos temporales en forma de recuerdos de los personajes. Si bien soy partidaria de que cuando en una obra hay más de una voz narrativa se distinga mediante el nombre del narrador o cualquier otro tipo de distinción, cierto es que en esta novela se deduce en todo momento quién se dirige a nosotros, demostrándonos que la autora valora la inteligencia y nivel de deducción del lector. El estilo sencillo y ágil hacen de a obra una lectura fácil y adictiva. Los acontecimientos se van sucediendo sin un descanso que pueda hacer que el lector pierda el interés y de nuevo Anabel nos lleva por escenarios valencianos que conoce, trasladando en ocasiones acontecimientos reales mezclados con ficción para darle más credibilidad a su relato. La portada nos muestra los rostros de los dos narradores, dos visiones de una misma historia, dos personas que han sufrido las consecuencias de pertenecer a una familia cuyas raíces se han regado con vino de sus viñedos y sangre. Dos rostros en escala de grises que componen el cuerpo de un cuervo sobre un fondo blanco, haciendo alusión al apellido que ostentan pero también a muchos otros significado y alegorías que lleva implícitos este animal y que se verán muy bien representados en la obra. Los cuervos han sido en muchas culturas símbolo de mal agüero, al igual que el color negro se asocia a lo negativo y turbulento y cuando unes esas dos palabras en un título de novela negra, sabes que no vas a encontrarte precisamente con unicornios de colores. No. No los vais a encontrar. Quizá esa fue la parte que más me costó asimilar del libro ya que Anabel Botella aquí nos ha demostrado que puede ser oscura y sin un ápice de esa luz esperanzadora a la que nos tiene acostumbrados en sus novelas. Con Cuervo Negro, Anabel Botella se adentra por primera vez en la novela negra dejando esa huella macabra que acostumbra a mostrarnos en sus obras pero en esta ocasión de manera más dura e implacable. Nadie puede huir de los Cuervo.