CUENTOS COMPLETOS

Welty es una orfebre de las palabras con las que construye espacios y ambientes de un sur de Estados Unidos que aún era muy presente en el paso del siglo XIX al XX, pero lo inolvidable de sus cuentos són sus personajes, la mayoría viven como si lo hicieran en un tiempo y un lugar que no es el suyo, ese desarraigo nos los hace entrañables. La narrativa és lenta, rica y detallada cuando describe los espacios, las casas, jardines, incluso los vestidos; en canvio los personajes los construye a base de pinceladas de su pasado, de su futuro, de sus sentimientos y sus sensaciones y los vemos y los oímos pensar. Si buscas conflictos extremos o giros de guion los cuentos de la Welty no son tu lectura, pero si lo que quieres pasear por un mundo que en el momento de escribirlo estaba desapareciendo.

Desde hace un tiempo tenía ganas de leer a Eudora Welty. Veía su nombre junto al de Flannery O’Connor, Carson McCullers y Katherine Anne Porter, así que me daba curiosidad y, por lo mismo, mis expectativas eran altas. Pero creo que Welty no es para mí, o al menos no ahora. No es que sea mala (que no lo es), pero me costó mucho leerla, me costó conectar con sus personajes. Su prosa, aunque puede ser bella, es muy lenta y carente de énfasis. Daba lo mismo si describía un paisaje o un accidente. Me perdía con facilidad, me costaba prestarle atención. Que sus historias fueran tan lentas y sutiles (algo que en general no me molesta, o incluso me gusta) no ayudaba. Y tampoco que sus cuentos fueran tan largos. En sus mejores momentos, me daba la sensación de estar frente a una pintura enorme. Pero otras veces me dejaba aletargado, como resbalando en un sueño borroso. En todo caso, de los cuatro libros que integran este volumen, me quedo con Las manzanas doradas, en el que sigue a los habitantes de Morgana, Mississippi, a lo largo de sus vidas, con personajes que entran y salen de sus cuentos, lo que permite conocerlos a fondo y verlos evolucionar. Y también porque contiene “La lluvia de oro”, uno de los pocos cuentos en que hace algo diferente en cuanto a su tipo de narrador. Creo que Welty escribe bien y tiene mucho que ofrecer, pero quizás sus Cuentos completos, de casi mil páginas, no sean el mejor primer acercamiento. Quizás sea mejor leerla más dosificada. De todos modos, me quedo con O’Connor y McCullers.