"Estas confidencias espirituales, logradas con infinita paciencia y delicadeza, presentan las semblanzas más arriesgadas, las más atrevidas, y digámoslo sin tapujos, las más 'descaradas' que nunca ofrecieron estos hombres y mujeres conocidos por su talento que, a menudo, a los ojos del mundo, no tiene nada que ver con sus creencias ... Estas conversaciones giran alrededor de la Palabra. Recórrelas. Asómbrate. Censúralas. Admira. Encógete de hombros. Será el principio de tu propia confesión. Porque, a estos textos, debe seguirlos el tuyo, tu conversación infinita con el Infinito" (Éric-Emmanuel Schmitt).