El autor se dispone a rendir cuentas con dos grandes representantes del pensamienteo pragmatista americano: William James y James Dewey. Rorty se dispone a releer en clave pragmatista las dos grandes tradiciones que componen nuestro horizonte filosófico contemporáneo: la analítica y la continental. Por ello se ocupa de Heidegger, Wittgenstein, Davidson, Derrida y Foucault entre otros. Esta obra tuvo tal impacto en los Estados Unidos que la American Philosophical Association realizó un simposio sobre ella al año de su publicación.