S. es bosnia y está en un hospital de Estocolmo, donde ha dado a luz a un niño. ¿Por qué sólo siente indiferencia y hasta se imagina sofocándolo con una almohada? Poco a poco va recuperando la memoria y recuerda aquel verano de 1992 en que los soldados serbios ocuparon su pueblo y comenzó su periplo por uno de los últimos infiernos del siglo XX. La autora entrevistó a cientos de mujeres víctimas de la guerra yugoslava para escribir este estremecedor testimonio del horror.
El refugiado es una persona que ha sido expulsada de alguna parte, pero que no va a ningún lugar porque no tiene sitio a donde ir. Existe en un momento preciso entre dos puntos, a la expectativa, de paso entre dos lugares. Ninguno de esos sitios es su hogar.