Cómo escribir sobre una lectura ofrece las herramientas prácticas para leer con conciencia y espíritu crítico, y así poder analizar y valorar una obra en profundidad.
He aquí una metarreseña. Porque esta es una guía práctica sobre nuestra propia práctica, justamente: la de reseñar. Puntualiza sobre varios aspectos interesantes a la hora de analizar una obra. Un salpicado preciso y rápido recorrido sobre lo que son las teorías literarias, y cómo podemos servirnos de ellas para criticar. 《Pero mucho más importante que fijarse en el sinfín de recursos estilísticos es saber detectar el alma de una obra, ese atisbo de personalidad que la diferencia de las demás.》, reza nuestra bella Carme. Y, ¿dónde avisto el ánima? Pues, cada uno de ustedes rápido la encontrará, como yo, porque somos personajes activos de esta no-ficción. Al tratarse la propia práctica de reseñar, uno se busca y se encuentra, y se pierde o se transforma en otro. Como en el horóscopo, que por más intrincado, ambiguo o escueto que se preste, nos empecinamos en encontrar aunque sea un pelito de la cabellera propia. Para repensarnos.
Para muchos, la lectura esconde en su seno esta dualidad: la capacidad de satisfacernos y de enorgullecernos intelectualmente, y la de frustrarnos por la imposibilidad de leer y comprender todo lo que quisiéramos.
Saber proporcionar el grado de información adecuada en cada momento es un arte que todo buen escritor debe dominar y que un buen lector debe reconocer.
...la injusticia crea venganza, la venganza despierta la inteligencia y la astucia, pero solo se vence cuando, consumado o no el acto vengativo, el injuriado transmuta sus sentimientos en perdón.
...el ritmo acelerado que impone la sociedad actual sobre muchos aspectos de nuestra propia existencia favorece la lectura rápida y superficial de un texto. Muchos lectores habituales u ocasionales conviven con la incómoda sensación de no poder leer todo lo que quisieran...
Quizá sea esta una de las lacras de nuestro tiempo: la idea de que leer exige un esfuerzo intelectual que no siempre reporta placeres o conocimientos útiles para el lector.
Exigimos un constante estímulo visual y auditivo para imbuimos de lo que la lectura ha hecho desde hace siglos: transmitir conocimiento, proponer reflexión, entretenemos y transformamos.