Una novela sobre la aceptación de la diferencia, el amor fraternal y el inolvidable primer romance. El hermano autista de Jordyn Michaelson entra a la misma escuela que ella, lo que le representa una amenaza social. La chica está decidida a que nadie se entere de la conexión familiar entre ellos, aunque eso signifique romper relaciones con sus amigos más cercanos, incluyendo a un chico súper atractivo y encantador: Alex Colby. Pero Jordyn no se puede sacar de la cabeza el beso del verano de Alex, y el deseo de repetirlo es más fuerte que sus intenciones de alejarse.
Un libro muy bonito y conmovedor, me tuvo derramando varias lágrimas. Aunque me hubiese gustado que profundizara más en la relación entre ella y su hermano.
-Es una pena que vayas a dejar que todo se vaya a la mierda simplemente porque no sea fácil. Es una pena... para los dos.