BAJO LA SOMBRILLA DE LOLA

Escribir una reseña de Cristina Tamarit y ser honesto e imparcial es un reto inalcanzable. Pero voy a intentarlo. Inalcanzable porque conozco a la autora, tanto como para haberla desnudado en múltiples ocasiones, generalmente en público, que es donde más disfrutamos, aunque en la corta distancia de una humeante taza de café, despojarse del ropaje y mostrar las cicatrices del alma, también tiene su encanto. Debo aclarar, para las más calenturientas mentes que lo de desvestir fue un proceso literario, pero tan sensual o más de lo que hayáis podido imaginar. Lo hice como ponente, en una presentación de este libro y en otros lugares que no vienen al caso. Bajo la sombrilla de Lola es su ópera prima. Una novela autobiográfica donde lo que más asombra es que la autora se muestra cristalina como el agua. No hay vueltas, Lola es Cris en estado puro. Con sus errores, con sus defectos y virtudes e incluso con el culo al aire. La Valenciana se aleja así de muchos autores que engolan sus prosas y las sobreactúan cuando de ellos mismos escriben. Ni erudita ni distinguida: Tamarit es pura vida. La obra es un canto a la superación, a la mujer actual y a un deseo de agarrarse a la vida con todas las fuerzas aún cuando estas fallan. Un drama narrado desde el humor, medicina natural y espontánea con el que la protagonista afronta su odisea particular. El maldito cáncer. No nos llevemos a engaño, aunque el libro está trufado de situaciones donde la sonrisa aflora por instinto, hay lugar para el desasosiego, la incertidumbre y la pena; en realidad estamos ante una novela que es como la más gigantesca montaña rusa jamás construida. Las diferentes formas y causas de llorar aparecen en sus capítulos sin previo aviso. Ten una caja de pañuelos a mano, déjate llevar y disfruta. Su estilo narrativo es fresco y fluido, lo que la autora quiere transmitir requiere esta prosa, y por lo tanto prescinde de arabescos y piruetas que no harían otra cosa más que ruido. No importa que al contrario que yo, nada conozcas de su vida, Cristina tiene en sus dedos la enorme capacidad de que cualquier lector pueda proyectar en su mente las escenas y momentos que dibuja sobre el papel, con total naturalidad. Un libro sincero, dotado del Santo Grial del Realismo que algunos persiguen sin éxito. Que escapa de cualquier idealismo que no sea llenar los pulmones de vida, y que en el caso de Cristina fluye como esencia. Aconsejo perderse en sus páginas y junto a Lola, llorar las risas y reír las penas.

Bajo la sombrilla de Lola es la historia de una mujer valiente. Valiente ante la vida, valiente para afrontar esas cosas que nos van pasando a lo largo de los años. Ser valiente no sale gratis, se sufre, pero merece la pena. Lola es una mujer divorciada, vive con sus cuatro hijos, y trabaja como guía turístico. Un día la enfermedad llama a su puerta, y el diagnóstico es de los que te hunden. Tiene cáncer. A partir de aquí, Lola nos cuenta cómo afronta su enfermedad, a la vez que las páginas de su historia se llenan de recuerdos y vamos conociendo su vida. Y nos lo cuenta con mucho humor, nos hace reír, nos hace emocionar y nos hace llorar. No voy a desvelar aquí esos recuerdos, pero si diré que Lola tiene la suerte de estar rodeada de personas que la quieren. Y  por encima de todo, están sus ganas de vivir, algo muy importante para superar las zancadillas que nos va poniendo la vida. Este libro me ha llegado a lo más hondo porque toca temas que conozco muy bien. Para que lo entiendan, tendré que desnudarme un poquito. Mi marido lleva luchando contra el cáncer desde hace un año y medio, hemos pasado por situaciones muy duras, y sé muy bien de qué me está hablando la autora. Cristina Tamarit ha conseguido que me duela su libro, que me ría, que me emocione, y arrancarme más de una lágrima. Con una prosa sencilla y directa, consigue que te veas inmerso en cada situación, consigue hacerte sentir. Es justo lo que este libro necesita. Agradezco a @Rafaguillo que me diera a conocer a la autora. En el libro no lo pone, pero Rafa sí indica en su reseña que es una obra autibiográfica. Si lo es, aunque sea en parte, me quito el sombrero ante Cristina, por su forma de afrontar las adversidades, y le agradezco que, amparada bajo la sombrilla de Lola, nos haya dejado su historia. Leído ENERO 2024