Isserley, una mujer menudo de grandes y perfectos pechos, escote profundos y gafas de gruesos cristales, conduce por solitarias carreteras de Escocia y recoge autoestopistas. Pero no a cualquiera, sólo a hombres fornidos, saludables y solitarios que pueda
Historia que parece que nos está conduciendo por un camino pero en realidad íbamos por otro totalmente distinto y bizarro, en el que para mí sobre todo nos hace cuestionar qué es la empatía y a partir de ahí quiénes somos,quienes nuestros congéneres y que otros seres consideramos de menor rango pero en realidad sólo en nuestra estrecha visión.
No pensé que esta novela me estremeciera tanto, es rara muy rara al principio, pero poco a poco el autor te va desvelando capítulo a capítulo quien es lsserley y porque hace lo que hace, es una obra muy difícil de catalogar en un género literario pero que sin duda deja atrapado al lector. Puedo decir que es muy recomendable para lectores que quieran algo diferente a lo común en la ciencia ficción, y es sin duda un libro con muchas reflexiones sobre la industria cárnica, la sexualidad, el machismo y el maltrato animal.
El libro me ha sorprendido, esperaba algo completamente distinto a lo que encontré. Me ha gustado bastante, cada capítulo era algo nuevo, una nueva pieza en el misterio que envuelve toda la historia y que iba esclareciendo poco a poco qué es Isserley y a que se dedica. El final me decepcionó un poco, pero en general ha estado bastante bien.