ANTOLOGIA POETICA

Una obra literaria es, ante todo, arte. Las ideas políticas de Cardenal no son las mías. No pretendo un divorcio irreconciliable de la obra y su autor pero me despojo de aquellas cosas que me puedan privar, por razones secundarias o anexas, de una determinada obra literaria. Todo juicio posterior a una lectura, compartido o no, puede llegar a comprenderse. También acepto que la biografía del autor sea un elemento más para entender ciertas miradas literarias, pero no caigo en el tan comúnmente arraigado “no sé de que se trata pero me opongo”, cliché habitual en las periferias de lo social y lo político que podríamos mutar en una orientación literaria diciendo: no le doy ningún valor a “ese libro que nunca leí o ese autor al que jamás frecuenté”. por eso leo a tipos que están en las antípodas de mis ideas morales, como Walsh, Neruda, Carpentier, Conti, Cortazar, etc Se suele abusar de la pasión y perderse (testarudamente) asombrosas experiencias con la palabra escrita: rechazar y no leer la inmensa y rica obra literaria de Ernesto Cardenal (o de Mario Vargas Llosa por citar un caso opuesto) por la óptica “ideológica” de su autor o por nuestros prejuicios mal denominados “culturales” y “políticos”, es una muestra más de la “humana” costumbre de negarnos a aceptar lo diferente (germen del racismo). Permitir que la vida y la conducta de un escritor descalifique o niegue una obra (que es, antes todo, un ente en sí mismo independiente de cualquier circunstancia ajena a ella), no sería menos insensato a cargarla de un “plus” o “valor meritorio agregado” por esas mismas razones. Al poeta Ernesto Cardenal lo leo por que su poesía me conmueve, me modifica y me agrada.