E N T U S C AVERNAS En tus cavernas, sólo en tus cavernas, hay un reducto cálido y sensible, una oquedad, un túnel apacible con las paredes húmedas y tiernas. Y tú las abres y desencuadernas mostrando el fondo más apetecible cuando se acerca indómito e irascible mi garañón buscando aguas eternas. ¡Y cómo aplacas en tus manantiales la sed que asola todo su desierto y nunca pudo dar por satisfecha! ¡Y cómo deja allí sus credenciales, ebrio de amor, trotando a cielo abierto, y dueño ya de toda tu cosecha!