ALAS DE VENGANZA

Al principio de la lectura de Alas de Venganza, nos situamos en un mundo celestial, donde los ángeles, unos seres alados cuyas alas tienen la habilidad de cambiar de color dependiendo del estado de ánimo de estos, están celebrando el día del cumpleaños del hijo, fallecido en la última guerra, de su Reina. Por lo que todos andan de celebración, aunque un ángel en especial, Gwen, a quien le gusta leer, está preocupada por ciertas profecías que ha ido encontrando a lo largo de los días sobre una inminente guerra que dará lugar ese mismo día. Cierta preocupación se puede reflejar en el color de sus alas, que lejos de tener su blanco natural ahora se pueden apreciar de un tono grisáceo. Al principio, nadie la toma en cuenta, ni siquiera su hermano, Lustor, pero las horas pasan y después de la cena de celebración comienza el ataque de los Terrarios junto a uno de los Cuatro Demonios, Asterión. Con el mundo celestial destruido y tan solo Gwen y Lustor como únicos sobrevivientes de los ángeles, deciden comenzar un camino de venganza descendiendo hasta el mundo de los Terrarios, destruyendo todo a su paso y cobrándose cada vida, sin importar que tan inocente sea, que se encuentran en su camino. Aquí podemos apreciar algunas diferencias entre los hermanos: Por un lado está Gwen, quien desde un principio es la que más sed de venganza tiene y a quien no le tiembla el pulso en ningún momento con tal de lograr su objetivo y destruir todo a su paso tal y como los Terrarios han hecho con su mundo. Después nos encontramos con Lustor, se podría decir, que es el más débil de los dos, aunque sería más correcto decir que es el que más tiempo tarda en dejar de lado la luz que durante tantos siglos los ha acompañado y protegido. Y es aquí cuando la acción de la historia comienza. El autor, Miguel Borgas, con una pluma sencilla, ágil y una prosa excepcional, nos meterá de lleno en una guerra llena de muerte, destrucción, sangre, vísceras,... Todo esto perfectamente detallado, que hará que los amantes de este tipo de fantasía épica con toques oscuros y sangrientos queden totalmente maravillados con la lectura. Algo que me ha llamado la atención en cuanto a la narración ha sido que, a diferencia de las historias de fantasía que quizás estamos acostumbrados a leer, no hay sub tramas, es decir, no existe esa introducción donde te explica el principio de... o el por qué de... si no que el autor va a lo suyo, al punto clave de lo que quiere contar y lo cuenta. Este tipo de narración sin duda ha sido una gran apuesta por parte del autor pues, le podría haber salido mal y dejarnos con un montón de dudas, pero en mi opinión le ha salido perfecto, pues, si bien ha habido veces que me ha cabreado el que la lectura me dejara un poco con ganas de saber más acerca del por qué de ciertas cosas, esas dudas que podríamos haber tenido durante la lectura por esa falta de detalles, han quedado perfectamente disueltas cuando uno llega al final, sin necesidad de ningún embrollo ni demasiada introducción, lo que ha hecho que la lectura fluyera de manera ágil, sin hacerse para nada aburrida y sin que apenas me diera cuenta ya hubiera terminado el libro en tan solo poco más de 24 horas. La historia está separada en cuatro partes: La caída de Asterión, La caída de Leraje, La caída del Paraíso y Génesis. Al principio de cada una de ellas podemos apreciar unas ilustraciones donde nos muestra todos los cambios por los que Gwen pasa a lo largo de la historia. Una historia donde, si bien al principio de la misma podemos caer en el error de pensar que sí, los protagonistas no son héroes y según vamos adentrándonos en la historia y vamos conociendo a los diferentes personajes que acompañarán a nuestros protagonistas, no sabremos diferenciar quienes son los malos ni los buenos, porque sencillamente no hay ni bandos "buenos" ni bandos "malos", simplemente son personajes, cada uno con su objetivo y dispuestos a luchar con todo lo que tienen para lograrlo. Pero, no todo en la lectura ha sido positivo, también han habido algunas cosillas, que si bien no han hecho que perdiera el hilo ni el interés en la historia, me han fastidiado bastante. Algunas de ellas han sido las faltas, aunque también he decir que no he encontrado muchas y las pocas que me he encontrado pueden muy bien atribuirse a algún error de tipeo, pero vamos que habiendo leído una segunda edición me esperaba que este tipo de errores hubieran desaparecido y no ha sido así ya que todavía queda alguno. Otra de las cosas que, no es que no me haya gustado sino que me ha extrañado encontrármelo, han sido los cambios de tiempos en las frases, de pronto estaba leyendo la historia en pasado y en la misma frase cambia de pronto a una narracion en presente, esto me ha hecho que en más de una ocasión haya tenido que detenerme en la lectura y volver a leer el mismo párrafo pues sí me dejaba un tanto descolocada.