En los tres poemas que componen Aires de Ellicott City, Mario Campaña despliega una vasta visión del mundo de nuestro tiempo, en un viaje de ida y vuelta que va de tejas abajo a tejas arriba, de lo inmanente a lo trascendente, de acá hasta el mismísimo más allá, un peregrinaje existencial o psíquico que en verdad resulta no ser sólo del poeta sino de todos y que revela en todo momento una acuciante necesidad de volver.