AHORA QUE SOLO SOMOS INCENDIO

Esta joya volví a leerla anoche en un hotel de Madrid. Me volví a enamorar, también fracasé una vez más a mitad del libro. Me sentí otra vez demasiado vulnerable. Y es que no hay una sensación más increíble en este mundo de locos que dejarse acariciar por unas frases que se quieren quedar a vivir dentro de ti para siempre. Sensaciones tan bonitas como peligrosas. Cientos de palabras que bailan un tango muy agarradito a tu corazón con tacones de ajuga y un vestido demasiado ajustado de terciopelo rojo. Joder, como me gusta cuando lo que une a dos personas es tan grande como lo que las separa. Ese aluvión de sentimientos libres o esclavos es igual de grande como increíblemente difuso. Anda uno creyendo que el amor puede con todo, que no hay frontera que no pueda superar. Anda uno creyendo que solo con bombear unas gotas más de sangre desde tu corazón al de la persona que amas será suficiente. Pero lo cierto es que nunca a sido así. Lo sé porque el mío nunca ha querido engañarme. Y es que amigos, eso que llaman amor no es más que un traje que te has hecho a medida y que solamente puedes usar tu. Dejé la reseña escrita hace tiempo. Para quien no la leyó en su día y le apetezca hacerlo allí se quedó, creo que sigue siendo la única. Triste espectáculo. Y hoy, después de un par de años algo que agridulces, no tengo nada más que decir.

“EL ACTO MÁS VALIENTE FUE SENTIRME HECHA CENIZA Y ESCRIBIR SOBRE ELLO” RAQUEL BECK Esto ya lo publique como un texto libre cuando  leí este libro por primera vez. Lo he vuelto a leer. Se me ocurrió ayer  que en este foro de lo que se trataba era de compartir lecturas y he creído que debía colgar esta reseña para el que no la leyó en su día por si alguien queria  acompañarme de la mano en en esta brutal  experiencia llamada Raquel Beck. Mil perdones para el que ya me leyó y muchas gracias para el que lo hace por primera vez.  Decia…. Esta reseña me sale directamente de las entrañas.No es una reseña al uso . Perdón de antemano por el exceso de sinceridad. No voy a ser objetivo. Se ve que este libro me ha cogido en un momento un tanto especial o tal vez sea que en realidad lo que necesitaba precisamente era leerlo. Esta escritora es como un tren de cercanías cargado hasta arriba de sentimientos encontrados a más velocidad de la permitida y a punto de entrar en una curva que la va a hacer descarrilar sin remedio. ¡Y joder que si descarrila!, descarrila contigo dentro. Un poemario que debería ser ilegal en el planeta de los libros que amamos. Genera demasiado debate interior. ¿Eso es bueno?, es malo?, yo que voy a saber, si como la mayoría de todos los seres humanos, ni siquiera sé que voy a hacer mañana con este puñado de sentimientos. Me he sorprendido en muchas páginas revisando momentos de mi vida, y encontrando similitudes con los que la escritora intentaba provocarme. Son sentimientos muy básicos, primigenios: amor, desesperación, esperanza, deseo, contradicción… bendito caos. Raquel Beck hace magia. Doy fe. Seguramente ese debe ser su oficio, ella es bruja antigua, una encantadora de serpientes que te raja el corazón con una frase y después te lo recompone con unas finas suturas de hilo de terciopelo. Una artista del bisturí que trepana trasplanta y te opera sin anestesia. He leído el libro de un tirón, y la verdad es que hoy me siento mucho mejor. A lo peor, en medio de este sin dios, desempolvo mi lado más valiente y hasta me atrevo con uno de Julia Quinn. Así, sin más, sin prepararme, a puerta gayola y que después pase lo que tenga que pasar.  Francamente, este es un libro para parar. Detén tu vida unas horas y hazte un coctel Raquel Beck . Yo te voy a dar la receta: pon en un recipiente todos los errores que hayas podido cometer y añáde los que repetirías otra vez sin dudarlo, salpimentar con unas gotitas de aquel dolor que sentiste y caliéntalo a fuego lento removiendo para que no se amarge. Por supuesto, bébetelo de un solo trago, si no, puede perder todo su efecto en ti. Un coctel brutal de necesidad. Una resaca inolvidable. Esto, más o menos, es lo que la magia blanca de este libro ha provocado en mí.  Altamente recomendable, para jóvenes, no tan jóvenes, maduras, maduros, casados, infieles, abandonados, enamorados, celosos, masoquistas, trileros de alcoba ,violinistas del corazón, flautistas de salón, los que pecan por vicio, los que pecan por error, perroflautas, insumisos, vampiros, fantasmas, soñadores, liberales, adictos , suicidas ,cornudos, magos sin truco ,con truco, zombis de pega y sobre todo para aquel despistao del fondo que nunca se enamoró. PD : Raquel Beck " Supongo que empece a escribir porque hay paginas que tengo que llorar en silencio pero siempre han sanado mejor mis heridas en los capitulos que me escucho reir en voz alta"