Piratincho y su padre son dos ratones pirata. Los dos vivían una vida de ratones dentro de un barco, pero un buen día los piratas decidieron marcharse y desde entonces se convirtieron en piratas. Su vida ya no es tranquila, pero es muy emocionante. En el barco hay una bodega llena de tesoros y Piratincho usa esos tesoros cuando le llega un mensaje pidiendo ayuda. Y le llegan muchos. Muchas veces en forma de botellazos, como, por ejemplo, el del topo de la orilla, que pide ayuda porque dice que unas lagartijas le maltratan.