UN ARMA EN CASA

Reto @alibrate de julio: Leer una premio nobel, conseguido. Cada vez que he visto la noticia de un joven que ha sido apresado por la ley por hacer que no debía, siempre he tenido solidaridad, además de para los padres de la víctima, para los padres del infractor, pensando en cómo se sentirían. Y esta novela de una gran escritora (ganadora de un nobel, nada menos), a la que no habría tenido el gusto de conocer si no hubiera sido por los retos, me ha dado la oportunidad de conocerlo de primera mano. Me ha sorprendido saber que se escribió en 1998, ya que la forma en que diferencia, varias veces, a los blancos de los negros me hacía pensar que era muy anterior. La explicación está en que se ambienta en Sudáfrica, que la autora conoce tan bien, aunque no lo parezca. Con una prosa espectacular, sin necesidad de usar prácticamente diálogos, nos hace partícipes de cómo se desarrolla la vida de ella, de él (me ha hecho gracia que al principio no dijera sus nombres), y de su hijo Duncan tras la noticia. Descubrir secretos y mentiras, de las que todas las familias tienen (menos la mía, claro), poco a poco, en una trama que no se puede decir tenga velocidad crucero. Curiosamente, lo que me llamaba más la atención al principio, esa manera de escribir los diálogos sin forma de diálogo, a la mitad del libro “se me ha empezado a hacer bola”, y es que a mi parecer le da demasiadas vueltas a lo mismo, con unos personajes principales muy nítidos pero otros que entran en la trama ni perfilados siquiera. Tarda demasiado en empezar el juicio (aunque en España serían años), pero una vez comienza, aumenta un poquito la velocidad. Es interesante, merece la pena aunque no sea una gran joya.

Nobel , obvio gran fuerza literaria,