SIEMPRE SERÁ NUESTRA CANCIÓN

Este es un libro que me ha durado, sin exagerar, cinco horas y me lo he terminado. No negaré que me ha dejado un notable vacío en el pecho y que una parte de mí ya echa de menos a los personajes y su historia. La trama no puede ser más sencilla, dos personas que tienen un pasado común y se separan por circunstancias externas y años después se vuelven a encontrar sin haber olvidado lo que sienten. No destaca por tener algo diferente, pero sí que tiene esa dulzura que pocas veces he visto en otras historias. Me han fallado algunos detalles obviamente, sobre todo esa recta final donde sentía que el drama ya era abusivo y los comportamientos de ambos eran estresantes cuando se podían haber solucionado las cosas hablando para evitar daños externos, pero fuera de eso me ha parecido una historia preciosa que se ha quedado en mi alma completamente. Los personajes me han parecido preciosos, sobre todo porque los he conocido en su totalidad. He visto todo ese proceso de crecimiento, la manera en que iban avanzando en cada paso de la vida y se iban ayudando mutuamente para volver a levantarse y como luego el destino les golpeó con crueldad. Lo he visto muy humano y aunque he tenido esos pequeños momentos de estar inconforme con algunos comportamientos, a su vez he entendido algunas cosas tomando en cuenta las circunstancias. La pluma de la autora me ha gustado mucho para ser la primera vez que la leo. Me ha parecido muy amena y rápida de leer, además que sus capítulos eran muy cortitos y es una historia que se lee en nada aunque de primeras pueda parecer que no. En resumen, "Siempre será nuestra canción" es un libro que me ha durado literalmente menos de veinticuatro horas y es que se me ha hecho tan ameno que ni me he enterado. La trama es muy sencilla y no destaca por nada diferente a otros libros, pero es la manera de contarlo y en como sucede todo lo que hace que todo se te haga muy ameno de leer. Me ha gustado ver cómo el pasado y presente se intercalaba todo el tiempo en la historia y conocíamos de primera mano en transfondo de todos los personajes y aquello que les impide ser felices. Lo que más me ha costado soportar es la recta final que la vi innecesaria si se hubiesen aceptado las cosas en el momento y no cuando ya el daño era irreparable. Los personajes me han gustado mucho, ver ambas partes de ellos en pasado y presente me ha permitido empatizar todavía más con ellos y eso lo he disfrutado mucho, desde luego no tengo queja con ellos y me he encariñado mucho con la historia que contaron sobre ellos. La narrativa de la autora nunca la había leído y la verdad es que se hace muy cercana y amena, tanto que no me ha durado ni un día por lo mismo. Me ha encantado la manera en que lo plasma todo, además que sus capítulos eran cortísimos y eso hace que se lea más rápido aún.

Jake es un chico tartamudo que toca el piano de maravilla y Abby una bailarina increible y ademas de los populares del instituto. El destino les une para actuar juntos en la funcion de fin de año y mientras ensayan se acaban enamorando. Pero toman malas decisiones y no se cuidan, dejando a Abby enbarazada. La madre de ella se lo tomara fatal y se lleva a Abby muy lejos de el con mentiras y engaños que Jake se cree. Ya mas adultos en la boda de su mejor amigo se reencontraran y saltaran las chispas que aun les quedaban. Pero ha habido mucho dolor y antes de empezar algo deberan afrontar sus fantasmas y las crueles mentiras que les separaron.