Rica, independiente y con hijos ya mayores, Rosalind ha renunciado a sus 47 años a volver a amar. Su vivero de flores y la gran amistad que tiene con Stella y Hayley son ahora su vida. Pero cuando un fantasma que habita su casa la lleva a pedir ayuda a un reputado genealogista, Rosalind se enfrenta a un futuro inesperado. A medida que pasan los días, la atracción entre ambos ira en aumento...
Rosalind la propietaria de la mansión Harper y del vivero de plantas y flores que es su pasión es una madre independiente con hijos mayores, de los cuales uno será el principal colaborador e investigador. Buscando su pasado familiar y tratando de comprender algunos fenómenos que se han venido aconteciendo en la mansión, terminará encontrando una nueva mirada de su vida y la posibilidad de rehacer la misma a través de un nuevo amor. Acompañada de sus dos amigas, Stella y Hayley se verá fortalecida tanto respecto a su emprendimiento que se lleva adelante como un próspero negocio como en concretar lo necesario para proteger a quienes ama.
No tenía marido ni amante, pero sí una imagen que mantener. Era una Harper, y las Harper se caracterizaban por su orgullo