Lanzarote, tierra árida y fascinante, sirve de marco para el comienzo de esta sugestiva novela. Desde tiempos inmemoriales, la familia Perdomo se dedica a la pesca y el océano es casi su hábitat natural. Sin embargo, su apacible y rutinaria vida se ve conmovida por el extraño carácter de la hija menor, Yáiza, una muchacha poseedora de un don sobrenatural para "aplacar las bestias, aliviar a los enfermos y agradar a los muertos", cuya extraordinaria belleza despierta apetitos inconfesables y provoca una tragedia que cambiará para siempre la vida de los Perdomo...
Y además es tonto, y eso le hace aún más peligroso, porque siempre puedes prever cómo va a reaccionar un canalla, pero no un estúpido.