NADIE

Nadie nos trae por una parte a Lucía, que si bien nos puede parecer a simple vista la "típica niña de papá", poco a poco y a medida que vamos conociéndola a través de las páginas de esta novela, vamos viendo que nada más lejos de la realidad. Y es que esta chica sabe lo que quiere y procura conseguirlo por sus propios medios sin tener que recurrir a la influencia de papá. Por otro lado tenemos a Nadie, nombre que por su puesto es por el que se le conoce, ¿por qué? Eso solo lo descubriremos cuando él quiera y por su puesto si leemos la novela :p Este es un personaje que me ha gustado especialmente, pues lejos de crear al típico "misterioso y perfecto", aquí Margot nos presenta a alguien que, si bien es verdad le rodea un aura de misterio solo rompible por aquellos más cercanos a él, según vamos adentrándonos en su historia, podemos ver que si nos fijamos un poco más allá de ello, nos encontramos con el niño asustado que todavía guarda dentro de esa faceta de hombre maduro, misterioso y despiadado. Alternando la narración bajo los puntos de vista de Lucía y Nadie, perfectamente cuidado al detalle para que sepamos en todo momento a quién estamos leyendo y encontrándonos con capítulos cortos, no hace más que, junto a la pluma de Margot tan ligera y cercana, amenizar la lectura y causándonos esa sensación de querer o necesitar seguir leyendo con esa pericia de saber exactamente donde terminar los capítulos para darle el punto de intriga para ello. En definitiva, una historia juvenil romántica con un toque de misterio, unos personajes de carácter fuerte pero con dosis de ternura, con todo y sus defectos a pesar de ser una historia de ficción. Una lectura amena, dónde encontraremos temas como las drogas en jóvenes y no tan jóvenes. Y con un final que a mi personalmente me dejó sin palabras y con muchísimas ganas de leer la continuación de esta bilogía, para saber que es lo que pasará entre Lucía y Nadie con todas esas cosillas que la autora dejó en el tintero.