Toda una reflexión, lo que ha cualquiera nos puede pasar por la cabeza en una situación similar, eso es lo que, en síntesis, nos podemos encontrar en esta obra, y mucho más. Los miedos por llegar a una edad, los anhelos por conseguir algo que creíamos lo más importante de nuestra vida y las expectativas sociales se mezclan en esta historia. Escrita en primera persona y con la mirada al pasado, Elena nos va descubriendo poco a poco su vida, y a través de ella nos damos cuenta de que la perfección no existe, que lo que para unos está bien, en otros no funciona, y que todos, en algún momento, también vivimos con la duda rondando nuestro pensamiento. En cierto modo la infidelidad quedó en segundo plano, y las dudas sobre su vida y lo que hacer con ella creo que centran la obra. Me ha gustado mucho, tanto la forma de escribir (no conocía a la autora ni había leído antes nada) como el tema tratado. Y por supuesto el final, una lección de fortaleza, de ser consecuente con uno mismo, siendo quizá algo egoista, pero mirando hacia delante sin importar las apariencias o el que dirán, porque nuestra vida es eso, nuestra, de cada uno y solo nosotros podemos vivirla.