NADIE MUERE EN WELLINGTON

Llega un momento en nuestras vidas en que nos cuestionamos ciertos aspectos con los que ya no nos sentimos tan cómodos, que pensamos ¿por qué? La manera de afrontarlo puede ser simplemente reflexionando sobre eso y cambiando ciertas actitudes o como en el caso de este libro haciendo un cambio tan radical como mudarte al otro lado del mundo para empezar de nuevo. La protagonista Emma tras ponerse a pensar en lo que le está haciendo su trabajo a su vida y tras la pérdida de algo que la ataba a Londres, busca dar un giro a su vida, un cambio que la lleva a un lugar salido de la fotografía de una revista, literal. Ahí conocerá a David el dueño de una cafetería situada junto a la playa, un hombre que a simple vista parece ser algo reservado con sus sentimientos y que lleva consigo una gran carga de un pasado que no comparte con nadie. Entre ellos empieza a crecer una relación poco a poco en la que ambos tienen que poner de su parte para que no se desmorone por las dudas y los secretos, que guardan. La autora me transporto con sus descripciones a Wellington, no se hacen para nada tediosas sino todo lo contrario, permiten que te introduzcas más en la historia que está contando, tanto que te dan ganas de viajar a esas hermosas playas o simplemente de dar un paseo por aquella ciudad.En cuanto a los personajes se logra tener una gran empatía con Emma y con David, porque la autora no los hace perfectos, nos muestra sus errores, sus inseguridades, sus miedos y como van creciendo a lo largo de la historia para afrontarlos. En general esperaba un poco más de esta historia, por la manera en que se desarrollaron ciertas tramas, sin embargo, es una narración muy fluida, con unas escenas de mucha tensión que te mantienen en suspenso y que no te permiten dejar de leer por querer saber en qué concluirán.

Últimamente me estoy tardando en escribir las reseñas, perdón por eso. Es la segunda historia que leo de la autora, la bilogía anterior que leí es muy buena, y con esta historia reafirmo cómo me gusta su manera de escribir. Es sencilla, fácil de seguir la trama, pero te hace sentir tanto; sientes la alegría, frustración, tristeza y dolor de los personajes. Algo curioso que me pareció desde el inicio fue el título, en serio, desde que la editorial lo publicó me quedé con esa gran duda, y ahora que ya lo leí, ya se el motivo del porqué, lo cual no diré para no arruinar la experiencia que tengan cuando se animen a leer este libro. Lo que me gusto de esta novela es que son personajes marcados por el dolor en muchos aspectos, por decirlo de una manera, y eso los hace humanos, cometen errores, lidian con las consecuencias de ello y buscan la manera de seguir adelante, de superar ese dolor para vivir mejor y eso en serio, me gustó muchísimo. Lo que si no me gustó tanto fue algo que pasa al final, siento que se debió desarrollar un poco más ese proceso que atraviesa el personaje masculino para superar su dolor. Yo quería leer más sobre eso y siento que me falto. Otro punto a favor es el mapa que nos da de Wellington, e información extra y básica, a mi parecer, del lugar. Eso a mí me ayudo a imaginar mejor el espacio donde los personajes se mueven. Otro punto a favor es que no tiene tantas escenas eróticas, y no me mal entiendan, me gusta leer historias eróticas y con romance, pero esta historia más que ser erótica, es romántica, así que siento que tiene la justa medida en ese aspecto. ¿Me gustó? Si, aunque me tardé bastante en leer fue por dos razones ajenas: 1) Me dio la loquera de leer 7 libros al mismo tiempo y 2) fue cuando operaron a mi mami y entre el estrés, los cuidados y trabajo, menos tiempo tuve para la lectura. ¿La recomiendo? Si, es una novela auto conclusiva y se disfruta mucho la lectura.