A Florentino Martínez, la muerte de Franco le ha truncado la vida. Fiel hasta el final al salvador de la patria, descubre con horror el verdadero significado de palabras como "transición" o "democracia", y todo lo que conllevan: libertinaje, amoralidad y, en resumen, pérdida de las verdaderas esencias de la patria, que tanta sangre, sudor y lágrimas costó reconquistar. Ahora, Martínez, junto a viejos camaradas como el señor Morales o Adolfito, tiene una nueva y sacrosanta misión: salvar España de vicios tales como la Constitución, la elecciones generales, las salas X y la libertad sexual, para lo que no duda en iniciar una activa campaña cuyo objetivo es organizar el rearme moral de su país. Por eso se le conoce, y a mucha honra para él, como Martínez el Facha.