Alberto vivió toda su infancia bajo el yugo de su madre. Su adolescencia estuvo marcada por la influencia de su prima Raquel, a la que le unía una mezcla de amor-odio que se ha manifestado en su trayectoria vital. Un día, asomado a la ventana, ve a una mujer que entra en el portal del edificio de enfrente. A partir de entonces su vida girará en torno a esa misteriosa dama y a su inasequible mundo.