LOS NIÑOS DIABÓLICOS

Curtis Garland fue uno de los seudónimos de Juan Gallardo Muñoz, que viene a ser como el Corín Tellado de los bolsilibros de Bruguera, especialmente prolífico en los géneros de terror y ciencia ficción. Al primero pertenece este libro, que comienza cuando una joven maestra, Vera Munro, llega contratada a un retirado orfanato que funciona en una antigua mansión victoriana en Loomish Hill. No obstante, se encuentra con que ese mismo día ha fallecido el propietario del instituto, quien la contrató, y mientras un funcionario del juzgado efectúa el embargo de la propiedad por las deudas del difunto, debe quedarse allí con la cocinera, el mayordomo, un misterioso anciano que vive con su cuidadora en el ático y los once angelicales huérfanos. Sin embargo, una feroz nevada les obligará a quedarse encerrados, mientras suceden hechos extraños y el conteo de cadáveres irá en aumento, por lo que la profesora Munro deberá tratar de descifrar lo que allí sucede y ponerle punto final antes de que sea demasiado tarde, con la ayuda de un escritor extraviado, Ken Wilcox, que accidentalmente logra llegar hasta la propiedad en busca de refugio. El libro es correctamente escrito, fácil de leer, y aunque muchos eventos son predecibles desde el mismo título, el autor no desaprovechará la oportunidad para meterle una vuelta de tuerca a su historia en busca de generar un par de sorpresas en el lector.

Como lo he disfrutado!! Me ha parecido un libro genial. Cortito, pero que consigue crear un ambiente de misterio, y con las descripciones del lugar, la mansión, el cementerio, la nevada y como se quedan todos aislados. Si fuera más largo, sería una gozada, porque al gustarme tanto, quería más. Narra, como una joven profesora, va a trabajar a un orfanato, pero cuando llega, una serie de muertes, inquietantes, problemas de propiedad, y como no, los niños que son un poco especialitos, se mezclan y crean un ambiente de suspense que me encanta. Leerlo por la noche en la cama y ya si hubiera estado lloviendo, lo bordo!! !