A finales de verano, el famoso mercado de la boqueria se despierta con un brutal asesinato....
Una verdadera pérdida de tiempo. El supuesto investigador Albert Martínez no se dedica a investigar, solo a recorrer Barcelona comiendo o follando. La trama se resuelve sola sin que el protagonista tenga nada que ver. Aburrido, insulso, a veces cursi... Este libro ha sido una de mis mayores decepciones este año.