JAMES BOND 2: VIVE Y DEJA MORIR

Hace más de 10 años me leí la primera de las novelas de Ian Fleming y su saga de James Bond. Acudí a ella presto a encontrarme la historia de acción que el actor Daniel Craig (para mí, el mejor Bond de la historia del cine) había encarnado en "Casino Royale". La novela me dejó frío, con algunos hilos narrativos similares a los de la película, pero sin los giros de guión ni personajes que disfrutamos en ella. Aun así, me hice con la colección completa de James Bond y por fin me he decidido a continuar leyéndola. Y la verdad es que lo que he encontrado en Vive y deja morir me ha convencido. No es una novela magistral, pero está bien escrita. Y lo que más me ha impresionado es conocer más la personalidad del Bond original, bastante más alejada del estereotipo habitual de lo que hemos visto en el cine. Ian Fleming muestra en su manera de escribir grandes problemas de la mentalidad cerrada de aquella época (¡el libro tiene casi 65 años!), como el racismo y machismo. Por ejemplo, en algún pasaje se compara a los negros con los monos. También es reseñable el pijerío que se gasta Fleming en poner marcas y explicación de motores, relojes, licores y elementos del hombre "moderno" para darle a la novela un aspecto más actual. Me ha recordado los relatos que acompañan revistas para hombres del tipo "Playboy", "Man" y similares, donde la mitad de la revista son anuncios de colonia, ropa y deportivos y la otra son pivonazos en cueros. Sin duda, Fleming seguro que aprovechó su estilo para salir referenciado en este tipo de publicaciones. Y por consiguiente, no dudo que los productores de la Metro, en cuanto vieron las posibilidades de patrocinio que podía acarrear llevar sus novelas a la gran pantalla, se metieron de cabeza. Eso sí, modificando bastante los guiones... Pero leyendo la novela desde la distancia y sin hacer leña, no está mal. Encontramos a un Bond preocupado por sus compañeros y amigos, enamorado de alguna mujer prohibida, sufriendo todo tipo de calamidades y reflexionando seriamente sobre la muerte: su propia muerte. Como decía, este Bond poco tiene que ver con el de las películas. No se mueve sobre terreno conocido. Siempre va por detrás del enemigo. O lo que es peor, es el enemigo el que le lleva ventaja durante buena parte de la novela, haciéndole pasar muy malos momentos. Las escenas de acción son correctas. No aparecen tantos gadgets ni inventos raros que no usaran ya en la época. Y los errores de Bond los paga caros. En resumen, una novela interesante para acercarse al género de espias y el crimen organizado. Por cierto, la película de 1973 ("Vive y deja morir") además de desvirtuar por completo la trama original es quizá una de las peores de toda la saga. Y eso que era el estreno de Roger Moore en el papel principal.