Francisco Tario ha sido considerado durante mucho tiempo un autor de culto pero en los últimos años su obra ha ganado nuevos lectores. En este resurgimiento se publica Entre noches y fantasmas, breve selección de cuentos ilustrados por Isidro R. Esquivel, quien ha logrado capturar la voz del autor y propone, desde una mirada personal, su interpretación de la historia que narra un féretro que se sabe destinado al matrimonio o, como lo designan comúnmente, al entierro, y que sueña con el encuentro de su cónyuge; la de un perro tísico que relata la muerte de su amo, un joven y triste poeta, y la desesperación que siente al no poder hacer otra cosa que verlo morir; la de un traje gris que, cansado de su espantosa monotonía, decide salir y experimentar la vida de los hombres; la de una extraña enfermedad que llega a un pueblo en la forma de una polka ininterrumpida que, después de que el paciente la escucha durante diez días, desaparece; la de una mujer que no le cumple a su esposo la promesa de ser enterrado con su vieja pata de palo y por ello es atormentada. Éstos son algunos de los personajes y tramas de esta selección de cuentos donde lo impredecible, lo fantástico y lo fantasmal siempre están presentes. Entre noches y fantasmas, libro coeditado con la Secretaría de Cultura, es un pequeño homenaje a uno de los mejores cuentistas mexicanos, quien ha sido comparado con autores como Jorge Luis Borges, Juan José Arreola y Juan Rulfo; pero sobre todo un autor que siempre ha sido reconocido y recomendado por sus lectores. Por su parte, Isidro R. Esquivel hace evidente su madurez y rigor como ilustrador.
Este libro no es, como podría pensarse por su título, una obra de terror. Pero sí se trata de un conjunto de ocho cuentos bastante extraños: a veces los son por sus historias (una epidemia de polka que acaba por vaciar un pueblo, un alma que pena por su pata de palo, un hombre que adopta a una criatura antropomórfica que brota de un grifo); otras veces, por sus narradores insólitos (un ataúd, un perro, un traje gris), y un par de veces, por la ambigüedad de su trama (una madre aferrada a su hijo, el fantasma de una mujer que persiste en su casa mientras alguien la recuerde). Mis favoritos: “La noche del féretro” y “Ave María purísima”.
Macabro, malévolo, espeluznante. Los cuentos dentro de esta antología te harán que las pesadillas si existen. ¿Para qué leer entre noches y fantasmas? 1. Para descubrir cuentos de terror que le dan voces a objetos, animales, espíritus, espectros y enfermedades mentales. 2. Por que la atmósfera de cada historia esta llena de oscuridad e intranquilidad. Donde estas a la expectativa de que lo peor aún esta por llegar. 3. La narrativa esta muy bien trabajada. Es poética y metafórica. Pero además las escenas mortificantes muy bien descritas. 4. Las ilustraciones que acompañan a los textos, hacen que te sientas en en circulo infernal lleno de sufrimiento y tormento. 5. El juego mental que provocan las palabras de este libro. Provocarán que el lector piense mucho, reflexione acerca de la realidad que vive y piense en verdad acerca de su propia cordura.