Un suspenso psicológico escrito de una forma muy agradable, ya que desde mi punto de vista, Ray es un personaje que es continuamente atacado y como víctima o es demasiado noble o muy torpe y aunque se defiende, no es capaz de obrar con justicia hacia sí mismo. Su esposa de tan sólo 21 años se suicida en Mallorca, una semanas después él va a Venecia donde coincide con su suegro Coleman que le odia porque lo considera culpable de dicha muerte y en tres ocasiones atenta contra su vida. Es así como comienza un enredo de juegos y escondites el uno con el otro por los callejones y canales de la ciudad; surgen otros personajes que los protegen a ambos o que a su vez pueden ser peligrosos. Definitivamente esta autora nunca me ha defraudao en sus obras, una excelente escritora.
Había leído Extraños en un tren hace años y tengo muy buen recuerdo así que empecé este con ganas pero siento decir que me he llevado un poco de decepción. No me ha parecido nada entretenido, quitando que he disfrutado de pasear por Venecia con los personajes la historia no me ha gustado nada. Me ha parecido una y otra vuelta sobre lo mismo sin ahondar en los motivos de cada uno. No le he visto lógica a la forma de actuar de los distintos implicados. Venía de un lectura anterior que me gustó mucho y está me ha dejado bastante fría. Probaremos con otra novela de Patricia Highsmith a ver si me vuelve a enganchar