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Sinopsis de EL FOTÓGRAFO DE MAUTHAUSEN

La historia real del único testigo español en los Juicios de Nuremberg y de su lucha por la verdad. Francisco Boix es un joven fotógrafo español que, junto a varios miles de compatriotas, ha sido deportado al campo nazi de Mauthausen: una condena de muerte en vida. Sin embargo, cuando se cruza en el camino del comandante Ricken, un perverso esteta nazi al que le complace fotografiar el horror del exterminio, Francisco comprende que tiene ante sí un valioso testimonio. Sacar las fotos del campo será solo el primer paso para revelar al mundo lo que ocurre en Mauthausen.

2 reseñas sobre el libro EL FOTÓGRAFO DE MAUTHAUSEN

Mauthausen se convertirtio en uno de los mayores campos de concentración y  exterminio nazi, donde se cometieron atrocidades incalificables durante la segunda guerra mundial. Era el destino para aquellos prisioneros considerados "los incorregibles o irrecuperables". Fue llamado "El campo de los españoles", porque a partir de 1940 llegaron los primeros presos españoles, una de las nacionalidades más numerosas del campo. Por los muros de Mauthausen pasaron más de 9,300  españoles, que venían de luchar contra Hitler junto a los soldados franceses. Venían de la miseria y el hambre de los campos de refugiados. Venían de perder la guerra civil. De los cuales  5,500 fueron exterminados. Y en Mauthausen destacó sin duda la figura del fotógrafo y militante comunista Francesc Boix, conocido como "el fotógrafo de Mauthausen, quien había fotografiado los horrores del espantoso día a día de los presos; y se las arreglo para esconder, conservar y sacar los negativos de buena parte de las imágenes que dieron a conocer a la humanidad las inhumanas condiciones de vida de los prisioneros. Era un material sensible, pero que por otro lado sería una prueba irrefutable de lo que sucedía en el campo y que en 1947 fueron utilizadas en los juicios de Núremberg para condenar a los principales jerarcas nazis aún vivo. Un novela entretenida y conmovedora que hará felices a los amantes por el relato histórico,  sin decepcionar en absoluto a los más apasionados por la ficción. Además de convertirse en una hermosa forma de difusión de la historia de miles de españoles que se vieron implicados en el conflicto internacional de la Segunda Guerra Mundial.


Norma Editorial lanzó el pasado año la novela gráfica El fotógrafo de Mauthausen sobre el guión del escritor, guionista e historiador especializado en proyectos de tipo histórico Salva Rubio y los dibujos y coloreados del matrimonio formado por Pedro J. Colombo y Aintzane Landa. La obra narra las proezas realizadas por Francisco Boix, un joven fotógrafo español que sobrevivió en primera instancia al horror nazi en el campo de concentración de Mauthausen --falleció en 1951, seis años después de la liberación del campo a causa de una enfermedad que lo hirió de muerte durante su estancia en él-- entre el 27 de enero de 1941 y el 5 de mayo de 1945. En total, cuatro años, tres meses y diez días. Toda una eternidad teniendo en cuenta el modo de vida --y de muerte-- del temible escenario de sus gestas.Tras huir a Francia al finalizar la Guerra Civil Española, Boix, al igual que miles de sus compatriotas españoles, decidió seguir combatiendo al fascismo en la Segunda Guerra Mundial. Fue detenido en Francia y llevado en tren, en condiciones inhumanas --centenares de personas llegaron muertas a su destino--, a Mauthausen. Ser enviado allí era prácticamente lo mismo que una condena de muerte en vida. No obstante, tuvo la suerte (también desgracia) de cruzarse en el camino del comandante Ricken, un perverso esteta nazi al que le complacía fotografiar el horror del exterminio. Boix se convirtió muy pronto en su principal ayudante, mejorando sus condiciones de vida y también sus posibilidades de sobrevivir al campo.Francisco Boix, catalán y socialista para más señas, entendió de inmediato que tenía ante sí una gran oportunidad para dejar un valiosísimo testimonio de lo que allí estaba aconteciendo. Así, decidió, poniendo en riesgo su vida y la de varios reclusos más, que debía sacar del campo la mayor cantidad de fotos posible para asegurarse de que el mundo algún día conociera las barbaridades de Mauthausen. Para ello, se rodeó de gente de su entera confianza --algunos perdieron la vida, por desgracia-- que le ayudó a poner el material bajo buen recaudo. Todo ello para que la verdad venciera a la barbarie y a la manipulación. El comandante Ricken, sin quererlo --seguramente pensó que los alemanes iban a ganar la guerra y que todo estaba bajo control--, le puso en bandeja tan peligrosa tarea.Había mil formas de morir en Mauthausen: frío, cansancio, inanición, enfermedades de todo tipo, suicidio, accidentes de trabajo, asesinato, etc. Las fotografías tomadas por Ricken y el propio Boix nos dejaron muy buenos testimonios de todo ello. Y, de paso, hicieron de Boix un personaje que pervivirá para siempre como gran ejemplo de valentía, organización y lucha por la verdad y por la justicia. Porque Mauthausen fue un lugar en el que para lograr sobrevivir por más tiempo uno debía tratar de pasar lo más desapercibido posible, hacerse casi invisible a los ojos de los nazis y, sobre todo, tener suerte. Y todo ello pasaba por hacer lo que se le pedía, no llamar la atención y, ante todo, no meterse en ningún lío. Y Boix, sin dudarlo, se metió en uno. Y bien gordo.Lo que más nos llama la atención al leer El fotógrafo de Mauthausen es el excelente trabajo de documentación realizado por el guionista Salva Rubio --quien demuestra no haber escatimado tiempo ni esfuerzo a la hora de abordar el tema para que el resultado final fuera una obra de gran claridad que se hace absolutamente creíble y convincente a los ojos del lector--, el cual queda patente --y es digno de ser agradecido-- a través del dossier histórico de casi sesenta páginas que acompaña a la novela gráfica. En él aparecen documentos históricos, escritos de historiadores y supervivientes del campo y grabados, dibujos y fotos del campo, del propio Boix, de reclusos conocidos y desconocidos, de viles asesinatos y de las formas de vida en uno de los mayores campos de muerte nazi.En el referido dossier encontramos importantes informaciones y documentos sobre la llegada de los españoles al campo, sobre cómo vivían los reclusos del mismo, sobre las fotos del comandante Ricken, sobre cómo Boix organizó y perpetró el robo de las fotos y su salida del campo hacia un lugar más seguro, sobre la visita de Himmler, sobre la liberación del campo por parte de las tropas norteamericanas, sobre el exilio parisino del fotógrafo --aspecto este que no por ser menos conocido deja de ser realmente horrible-- y sobre sus testimonios en los conocidos juicios de Nuremberg contra los líderes del nacionalsocialismo --Boix fue el único testigo español en los referidos procesos--. En definitiva, un dossier que hará las delicias de los más curiosos, los que desean ahondar en la Historia. Y si nos hemos hecho eco del guión y de la documentación histórica no podemos dejar de lado los dibujos. Sin ser espectaculares --quizás la historia narrada no necesitaba de mayores alardes-- resultan explícitos y definitorios. De lo que no cabe duda alguna es de que El fotógrafo de Mauthausen es una muy buena novela gráfica


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FRASES DEL LIBRO EL FOTÓGRAFO DE MAUTHAUSEN

No deja de resultar irónico que aquellos presos tuvieran que trabajar en unas armas, que se emplearían contra ellos mismos"


Publicado porDafatota