La tercera cara de la moneda, aquel elemento de verdad que constituye una alternativa en la que nadie pensaría nunca, es la especialidad de Peter Drabble. Y ciertamente hay que reconocer que este es un gran recurso para un detective... El problema es que Peter, tras la pista de un asesino que parece copiar las discutibles empresas de algunos de sus predecesores, está enloqueciendo. Enfrentado al espectro de la locura, no le queda más remedio que recurrir a Dylan Dog. Pero, esta vez, será la pesadilla la que se lleve la mejor parte, ya que ni Dylan ni Peter conseguirán descubrir a tiempo la fatídica tercera cara de la moneda.