CUANDO ELLIE SE FUE

Entretenido pero, en mi opinión, va de más a menos. La trama empieza súper bien y pronto te enganchas a ella: una adolescente desaparece de camino a la biblioteca y diez años después sigue sin saberse nada de su paradero hasta que, sin esperarlo ya, surgen nuevas pistas . Todo son conjeturas. La protagonista será la madre de Ellie, la chica desaparecida. Veremos de qué manera ella afronta este terrible suceso y cómo intenta rehacer su vida, recuperando a su familia y, por supuesto, dejando entrar a nuevas personas en ella. La novela es amena y muy rápida de leer ya que la autora se apoya mucho en los diálogos y hace que sea una lectura muy dinámica; sin embargo, la trama va perdiendo verosimilitud a pasos agigantados, hay situaciones muy poco creíbles que ni teniendo todos los astros bien alineados creo que pudieran darse. Otra pega es que poco después de empezar la lectura ya sabía por dónde iban los tiros, todo está a la vista; así que resulta demasiado previsible.

Empieza bien, con la desaparición de una hija, las consecuencias terribles que produce en la familia y las dudas que no dejan de torturar a la madre. Un típico domestic noir que prometía. Pero pronto se desbarranca. Es demasiado fácil descubrir la trama, que además tiene momentos ciertamente inverosímiles. En los últimos capítulos, la escritora, por medio de cartas o relatos, nos explica todos los detalles que piensa no entendimos y cierra con un gran final feliz. Sólo si no tienen algo más para leer

una una de esas historias que va de menos a más y te deja sorprender hasta el final