Una novela con una protagonista fresca y divertida, llena de amor, pasión y un toque de desamor. Me han encantado los personajes de Vanesa y Adriana, pero he echado de menos alguna conversación telefónica con Nora. Me ha resultado bastante inverosímil que todos los personajes masculinos del libro sean guapos y sexys a rabiar, eso no es la vida real para nada. En general, me ha gustado, pero me parece más de lo mismo, una novela llena de clichés y que no me ha aportado nada nuevo. Lectura de piscina que no hace pensar demasiado, eso sí, está muy bien escrita y hay algunas frases para morir de amor. Leeré la segunda parte porque me he quedado con ganas de saber qué pasa con estos dos, pero no lo haré inmediatamente porque he acabado un poco cansada de novela romántica.