Estudió en la Universidad de Chicago, y enamorado de Europa viajó a Alemania y luego a París, donde se asentó temporalmente, formando parte de los ambientes literarios y artísticos de los años veinte, como exiliado (artístico) al igual que otros importantes escritores americanos. De vuelta a Estados Unidos siguió en estos ambientes y en los homosexuales, por su condición. Fue presidente del Instituto Nacional de las Artes y las Letras y trabajó para el Instituto de Investigación Sexual de Kinsey. Dejó de publicar (que no de intentar escribir), a los cuarenta y cinco años.
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