Estudió Bellas Artes y Magisterio, ejerciendo como profesora en varias escuelas de Asturias por sucesivos traslados debidos a su ideología. En 1945 obtuvo el Premio Concha Espina y marchó a Madrid, en donde estudió Periodismo. Recibió el Premio Nadal en 1952, dedicándose desde entonces por completo a la escritura.
