Seudónimo de Robert William Arthur Cook, abandonó sus estudios en Eton a los dieciséis años, dedicándose a la “buena vida” en París y Nueva York. Tras un periodo en el que regentó un negocio familiar, fue contrabandista de pinturas y coches, y tras tener problemas con la ley, volvió al buen camino, comenzando a publicar en 1962. Ejerció varios trabajos, por Italia, y en Londres, como taxista. En 1984, publicó su primera novela negra, lo que fue el inicio de su éxito.
Se le considera el padre de la novela negra inglesa.