La dura sensualidad y el profundo intimismo de Alejandra Pizarnik confluyen en esta selección de su obra poética, a cargo de Ana Becciu. La autora, figura de culto de las letras hispanas y una de las escritoras más representativas de la segunda mitad del siglo XX, muestra en sus versos las entrañas de alguien torturado, que ama de un modo animal, que devora y que coquetea con dejarse ir para siempre. Su poesía escenifica batallas brutales, luchas feroces en las que quema todo cuanto la rodea con la esperanza indisimulada de dejar que el fuego la consuma a ella también. A los treinta y seis años se rindió definitivamente. Sus versos arderán siempre. «Alguna vez alguna vez tal vez me iré sin quedarme me iré como quien se va.»
"¿Adónde la conduce esta escritura? A lo negro, a lo estéril, a lo fragmentado. P.p. 41 Fragmento de la Piedra Fundamental Este viaje fue un fresco para mi alma. Alejandra Pizarnik es una autora muy curiosa, más en esta recopilación de poemas; aquí nos sentamos en una intima charla con ella y sus pensamientos en donde podemos estar en un jardín y pasar a un cuarto cerrado. Me a sorprendido mucho la lectura y dejo esa frase que resume bien el contenido de esta poemario. Solo te recomiendo sentarte e introducirte en esta mente.
Habla de lo que sabes. Habla de lo que vibra en tu médula y hace luces y sombras en tu mirada, habla del dolor incesante de tus huesos, habla del vértigo, habla de tu respiración, de tu desolación, de tu traición. Es tan oscuro, tan en silencio el proceso a que me obligo.
Buscar... No es un verbo sino un vértigo. No indica acción. No quiere decir ir al encuentro de alguien sino yacer porque alguien no viene.