La reelaboración dramática de una de las leyendas más célebres de la literatura griega.En ella se encuentran cuestiones que jamás han perdido vigencia en el espíritu humano: la fatalidad, el tabú, la búsqueda de la verdad, la imposibilidad de expiación. Cuando Edipo, «el de los pies hinchados», hijo del rey de Corinto, descubre que hay un secreto en su origen, abandona el hogar y parte en pos de la verdad. El destino, por boca del oráculo de Delfos, le indica cuál será su suerte: matará a su padre y se desposará con su madre. En Tebas hallará a la esfinge y la respuesta a su existencia.ç
Las grandes tragedias griegas siempre me han costado mucho, lo paso bien y las disfruto cuando la calidad de la prosa no solo es buena, si no como en este caso bella. Hay otras que escapan a mi comprension ya es complejo dominar mitologia como para que algunos autores sean auténticos jeroglíficos. Edipo rey es una obra bastante asequible en su lectura y con una estructura muy equilibrada que nos lleva a un desenlace final fatalista, claro, por eso es una tragedia. Como tema central el destino de cada cual, o mejor dicho, no poder escapar del mismo a pesar de conocer las predicciones. La familia, es otro de los argumentos fuertes de la obra, o más bien las relaciones entre los personajes, la etica de estas relaciones, teniendo en cuenta las circunstancias en las que se producen ( no quiero desvelar más de lo debido, es una historia conocida, pero por si acaso). Recordaba la historia de haberla leido en mi época universitaria, pero no tanto el texto, y lo que años atrás me pareció tedioso, hoy me resulta atractivo. Me ha gustado ver que Sófocles no era tan aburrido, y que su obra tiene fuerza, belleza y una prosa asequible.
"Ahora miraréis, en la tiniebla, a los que nunca debisteis ver, y no a los que tanto ansiasteis conocer". Edipo es una obra que evidencia la ironía de Sofocles, propia de los dioses, así, "el de los pies hinchados" tratando de escapar a su destino se acerca a él y en todos los actos lo cumple al pie de la letra. Asesina a su padre y se une a su madre de quien le nacen 4 hijos, que irónicamente son también sus hermanos. De ahí que todos catalogan con el "síndrome de Edipo" a todo aquel hijo que siente atracción o apego excesivo a su madre. Inmortal al paso, todos saben más o menos de que va, pero pocos se atreven a leerla.
He vuelto a leer esta obra de teatro y debo decir que todavía recuerdo la primera vez que la leí, cuando nada sabia de su argumento y como me sentí tan impotente por el pobre Edipo que por hacer lo correcto, terminó cumpliendo ese nefasto destino. Y cómo, en tan pocas páginas, se resume esa idea de fatalidad máxima.
"EDIPO REY"...considerada por Aristoteles como la obra más perfecta del teatro y sin duda lo es. La obra, al ser una tragedia, buscaba provocar en el público un hecho llamado catarsis, una historia muy dura, en la que la fuerza del destino hace del hombre un juguete que se esfuerza en vano tratando de vencerlo.
A pesar de que ya sabía de que trataba la historia me agradó conocerla más a profundidad aunque me sorprendió lo corta que es. Es interesante plantearse el hecho de si el destino es algo escrito o si tenemos la capacidad de cambiarlo. Pues aquí se muestra que aunque se luche por cambiarlo realmente no puedes escapar de él.
Edipo rey de Sófocles es una de las tragedias que hace parte del patrimonio literario, el tema trata sibre el hombre como víctima de su destino y la locura de los seres humanos por transgredir las leyes divinas.
«(....)El orgullo que engendra al tirano acumula vanamente cosas vanas e inútiles, lo trepa hasta lo más alto de la cima para luego hacerlo caer a un abismo de desgracia, de donde jamás podrá salir de pie...».
CREONTE. —Murieron, excepto uno, que huyó despavorido y sólo una cosa pudo decir con seguridad de lo que vio. EDIPO. —¿Cuál? Porque una sola podría proporcionarnos el conocimiento de muchas, si consiguiéramos un pequeño principio de esperanza
—¡Oh nube de mi oscuridad, que me aíslas, sobrevenida de indecible manera, inflexible e irremediable! ¡Ay, ay de mí de nuevo! ¡Cómo me penetran, al mismo tiempo, los pinchazos de estos aguijones y el recuerdo de mis males!