DESOBEDIENCIA CIVIL

Brevísimo y fundamental texto – por sabio y certero – de este norteamericano que en 1862, en plena Guerra Civil, murió a los 44 años. Texto que inspiró a Tolstoi y a Gandhi. Como individuos, primero hombres después ciudadanos. Antes que la obediencia la conciencia. Cultivar antes el respeto por la justicia que el respeto por la ley. El prólogo de Henry Miller de 1946 es tan jugoso como el texto en cuestión.

Una lectura que te recuerda que lo legal no siempre es moral y que al orden establecido siempre hay que cuestionarlo.

Esto de la desobediencia civil es un panfleto, no un libro, en el cual el autor invita a sublevarse contra el orden establecido por las instancias gubernamentales, en realidad, lo que lo golpeo fue el hecho de tener que pagar impuestos, que consideraba el gobierno no merecia , pues decia, “ La naturaleza nos pertenece a todo, despues de ello se retiro a vivir en el bosque con la naturaleza como sustento, en realidad acompañado de un criado, y posterior a ello escribe su obra mas emblematica Walden... lectura obligada en la enseñanza media en estados unidos,, y literariamente muy bien trabajada...

Excelente lectura, deberíamos leerla todos y ¿quién dice que no puedo soñar? Aplícarla todos

La resistencia pacífica, la lucha amable y efectiva encuentran aquí su base mas firme. Ante la injusticia, Thoreau propone esta vía intermedia y efectiva, Enmedio de la reacción violenta, que genera más violencia y el dejarse llevar (que es lo mismo que colaborar), Thoreau propone esa desobediencia civil que allí donde se ha usado con contundencia ha demostrado ser efectiva.

Un escrito que casi no tiene teoría pero sirve de incitación a ciertas acciones practicas y a cuestionarse la relación que tiene uno con el estado. Thoreau propone la revolución pacifica que consiste, entre otras cosas, en la rebelión fiscal (dejar de pagar impuestos para que el estado financie y lleve a cabo acciones injustas). También dice que no se debe obedecer la ley cuando va en contra de nuestra consciencia, es muy interesante relacionar esta idea con las medidas inmorales que adoptaron los gobiernos en la pandemia (violando hasta el derecho a trabajar, y por ende dejando sin comida a muchas personas).