Hay quien tarda toda la vida en entender que la poesía está en el mundo como el viento sopla o el fuego nos quema. Hay poetas que, en lugar de buscar a la poesía, intentan inventarla. Pese a su juventud, Sara recorre un camino que va a llevarla al lugar donde ocurre el misterio, donde el horizonte es precipicio. El resultado es éste, una poesía auténtica pegada a la realidad pero que no se deja someter por ella, una raíz agarrada al cielo, un secreto en tus manos que te hablará en silencio.