¿Alguna vez te has mirado en el espejo y has pensado... “Puf, creí que a estas alturas ya estaría disfrutando de una vida mejor…”? Si es así, déjame decirte que no estás solo. Muchos hemos sentido esa frustración silenciosa que recorre por nuestro interior cuando nos damos cuenta de que no estamos viviendo la vida extraordinaria que nos gustaría.