Finalista premio Planeta 2007.Dos hermanas, Irene y Ana Elisa, llevan vidas paralelas en un país asolado por las dictaduras, pero próspero e ingenuo. Al comienzo de los años cuarenta, Ana Elisa sueña con perdurar en el tiempo a través de una casa que la haga eterna. Deberá convencer a un arquitecto del otro lado del océano para convertirla en símbolo de un amor empeñado en subsistir a la vileza y al miedo.
El libro me ha resultado refrescante, tanto por los personajes como por el escenario. La personalidad de Elisa me ha llevado por el relato de la mano a la vez que iba conociendo parte de la historia de Venezuela. Las palabras, las descripciones y el ritmo que le ha dado el autor, en contra de lo que esperaba, no contienen artificio sino cierta ligereza que me ha llevado a leer con gusto. Me ha resultado interesante la presencia que tiene la arquitectura en el libro.
En algunos momentos se me ha hecho un poco pesado de leer, igualmente me ha gustado mucho la historia y recomendaria su lectura seguro.
Una historia de dos hermanas enredadas entre una colección de personajes más o menos oscuros. No está mal escrito, aunque hay partes en las que me ha costado imaginarme la escena por la confusión en las descripciones de las escenas (spoiler: como la muerte de su amiga la transexual). Merecido puesto como finalista al premio planeta. Me ha resultado entretenido, pero he echado en falta un poco más de emoción.
Este libro lo empecé a leer hace años. Fui incapaz de terminalo. Quizás sea el mejor libro del mundo, a mí particularmente me aburrió sin lograr encontrarle un sentido a la trama que me impulsará a terminarlo. La narrativa es espesa y los personajes muy controvertidos por lo que no pude empatizar con ellos. En cualquier caso es solo mi opinión