En vidas de los filósofos más ilustres, Diógenes Laercio escribió diez libros en griego, una lectura útil y grata. Apenas hay otro libro antiguo que tantas noticias nos haya conservado de la antigüedad; y es al mismo tiempo su lección tan amena, que quien empieza a leerlo no sabe dejarlo hasta concluirlo. Esta obra es preciosa por el tesoro de noticias antiguas que encierro. Filostrato, en sus Vidas de los sofistas, escribió como un sofista bien formado, que deseaba conservar para siempre un cuadro de los triunfos de sus colegas, cuando los sofista estaban en la cúspide de su gloria. Sus Vidas son una colección de anécdotas y características personales. Sin Filostrato tendríamos una idea muy incompleta de la influencia predominante de la sofística en la vida cultura, social y política del Imperio en los siglos II y II de la Era Cristiana.