Sinopsis de VIDA DE NERON

Cayo Suetonio Tranquilo (h. 69 - 140 d. C.) nació cuando la dinastía de los Flavios subió al poder. En Roma, donde transcurrió gran parte de su vida, ejerció como secretario a sudies, a bibliothecis y al servicio de Trajano y secretario ab epistolae en la época de Adriano, cargo que le permitió acceder a los archivos imperiales y a lan correspondencia entre César y Augusto, material que utilizó en sus Vidas de los doce Césares. Vida de Nerón es el sexto de los ochos libros completos que componen esta obra, en la que se narran doce vidas según el método de la biografía erudita de los alejandrinos. En él, Suetonio cuenta, con el estilo sencillo propio de un periodista que no persigue otra cosa que relatar los hechos, la vida de este emperador romano (desde el 54 hasta su muerte, en el año 68) tirano y extravagante, capaz de ejecutar a su madre o de tocar la lira mientras Roma arde.

2 reseñas sobre el libro VIDA DE NERON

Nerón fue un emperador que goberno roma con puño de hierro ente el 54 y el 68 de nuestra era. Un Artista en ciernes con un ligero problemilla de sobrepeso, rizos dorados a lo Bisbal   , una  grave halitosis galopante y la mala leche que se va cociendo a fuego lento cuando sabes que eres el dueño y señor de todo las personas y de todas las voluntades que tienes a tu alrededor. A este buen hombre le gustaba recitar interminables versos tirando a patéticos desde el balcón imperial de su domus aurea ante una audiencia entregada a lo Raphael conscientes de que si sus aplausos no eran lo suficientemente entusiastas bien podían encontrase en la complicada tesitura de verse obligados a donar sus cabezas al verdugo de turno a más gloria del buen nombre de su emperador y de su interminable métrica trasnochada . Cuenta la historia que aquel gigante se transformaba en un pequeño ratón cuando entraba en el lecho de cualquier patricia romana y que sus imperiales tres minutos de amor si bien no impresionaban mucho a la dama interesada no estaban exentos de una cierta sensación de evanescencia y un inquietante punto de dudosa habilidad que hacían preguntarse a la bella matrona romana en qué momento de aquella velada habían hecho realmente el amor.Por lo visto, por lo que ha llegado hasta nosotros , no estaban sus "poderes" a la altura de sus títulos senatoriales, más bien eran del tipo enanoide y de muy fácil condensacion.  Hombre familiar donde los haya, hombre casero, amante de los suyos, un buen día penso que su propia  madre había intrigado más de la cuenta  a sus espaldas , un pequeño desencuentro familiar, y decidió ejecutarla después de haberse desayunado  un faisán de kilo y medio regado con miel de la galia transalpina  . Quizás, dolido por ese pequeño inconveniente, presa de un cierto arrepentimiento,  ese día Neron no comio Fue conocido en toda la orbe por su irresistible pasión por el fuego y su desmedido amor por la pirotecnia, quizás debido a esa inclinación hacia el fósforo, una mañana que se levantó algo más inspirado de lo normal, decidió hacer de Roma una gran bola de fuego con sus amados romanos en su interior. Para que aquel día de fiesta fuera del todo inolvidable compuso una interminable oda a su hermano el dios  Marte que recitó incólume mientras contemplaba chucarrimarse a todo hijo de vecino a su alrededor  y dejando escapar unas lágrimas  emociónadas, casi etérea, presa de aquella inolvidable sensacion, entonces supo en ese mismo instante que el tambien  tenía la madera de un gran Dios  y que si bien en el proceso se le iban a es fumar unos cientos de miles de sus amados romanos, también era  cierto, que en su divina opinión,  estos siempre  podrían ser  reemplazados por otros insignificantes ciudadanos de más noble condicion.  Y como tenía que encontrar algún culpable dado que cierta parte de la plebe entró en estado de revolucion, culpo de todo a los cristianos y los dispuso indefensos para su total exterminacion, se gasto millones de sestercios en leones traídos de las lejanas tierras de Nubia a  los que tuvo a dieta sin piedad durante aquellas interminables calendas de marzo. Entonces  monto un circo inolvidable en donde   decidió alimentar a sus fieras  con las exiguas carnes de aquellos pobres hijos de dios. Por supuesto, dios no bajo de su trono, no hizo nada por su savacion y los leones de aquel loco gobernante  se  merendaron a los cristianos uno a uno al ritmo que el iba marcando con cada nota de su lira y con cada alegre canción.  Hombre valiente, huyó de Roma perseguido por sus antigua guardia imperial que para aquel entonces ya habían cambiado de bando y de de antiguo emperador, y en un giro inesperado de los acontecimientos  que tendría su propio eco  en la historia, como un césar redivido,  decidió que para evitar que esta vez fueran sus leones los que se lo merendaran a él  mejor era poner en practica una noble costumbre  romana y de difícil decision, un suicidio heroico, un suicidio con honor. Pero como a última hora le falto la decision le imploro  a su esclavo predilecto que sostuviera su gladium en ángulo recto y en una carrera tan torpe como increíblemente patetica se clavo el frio hierro en su estómago y entonces se nos murió…  Hoy nos queda su recuerdo en los libros de historia,el infame recuerdo de un antiguo vividor. Se parece mucho a más de uno que dirige alguna nación.  Este libro va de Nerón. Sólo recomendable para aquel que ame de verdad la historia de Roma y los escritos de antiguos historiadores romanos. Perdon por el espoiler.


VI. Nerón nació en Ancio, ocho meses después de la muerte de Tiberio, dieciocho días antes de las calendas de enero, justo al nacer el sol, de forma que fue acariciado por sus rayos casi antes que la misma tierra. Aunque, debido a su horóscopo, mucha gente intuyó enseguida numerosos y terribles augurios, también las palabras de su propio padre Domicio fueron un presagio, cuando afirmó, mientras sus amigos le daban los parabienes, que «de él y de Agripina no podía nacer sino un ser detestable y un público peligro». Una prueba palpable de su nefasto futuro se produjo el día de su lustración, pues Cayo César, al preguntarle su hermana qué nombre quería que se le diese al niño, mirando a su tío Claudio —por quien más adelante, siendo ya emperador, sería adoptado Nerón—, manifestó que le daba el nombre de éste, aunque no hablaba en serio, sino en plan de guasa y para que Agripina lo rechazase despectivamente, porque en aquellos días Claudio era el blanco de todas las burlas de palacio. A los tres años de edad perdió a su padre. Heredero de la tercera parte, ni siquiera recibió entera su parte correspondiente, al arramblar con todos los bienes Cayo, que era coheredero. Como su madre fue desterrada enseguida, Nerón, casi sin recursos e indigente, se crió en casa de su tía paterna Lépida, bajo los cuidados de dos pedagogos, un bailarín y un barbero. Sin embargo, al obtener Claudio el poder imperial, no sólo recuperó su patrimonio, sino que se vio enriquecido con la herencia de Crispo Pasieno, su padrastro. Con el favor y el poder de su madre, a quien se había hecho regresar del exilio y restituido su posición, llegó a medrar tanto, que corrió entre la gente el rumor de que Mesalina, la esposa de Claudio, había enviado unos sicarios para que lo estrangularan mientras dormía, por considerarlo un rival de Británico. A este bulo se añadió que los asesinos huyeron aterrados cuando de su almohada se alzó una serpiente. El origen de esa patraña se debió a haberse encontrado una piel de serpiente en el lecho de Nerón, a la altura de su cuello. Y cuentan que esa piel, por voluntad de su madre, se puso en un brazalete de oro que Nerón llevó en su brazo derecho durante algún tiempo, hasta que finalmente, harto de su madre, lo desechó, aunque luego, al final de sus días, intentó en vano recuperarlo de nuevo.


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