VIAJES DE GULLIVER

Un clásico que no defrauda.

“Los viajes de Gulliver” (Travels into Several Remote Nations of the World, in Four Parts. By Lemuel Gulliver, First a Surgeon, and then a Captain of Several Ships, o de forma abreviada Gulliver's Travels, 1726, modificada en 1735) Es uno de los mejores libros que he leído y es una pena que la mayoría piense solo en los liliputienses a la hora de hablar sobre esta obra. Entre otros, se podría mencionar a: Los struldbruggs (los inmortales) se comportan con normalidad hasta los treinta años y a partir de esta edad se tornan, poco a poco, melancólicos y amargados. Cuando llegan a los ochenta años, la edad considerada como límite de la vida, “no solamente padecen de todos los achaques y enfermedades de los demás hombres a su edad, sino de varios otros originados por la aterradora perspectiva de no morir jamás”. A ello se añade que son tercos, irritables, avaros, vanidosos, charlatanes, incapaces de profesar amistad e insensibles a todo afecto natural. Ni siquiera recuerdan lo que aprendieron en su juventud porque la edad les hace perder la memoria y ya son incapaces de adquirir nuevos conocimientos. A los noventa años se les cae el pelo y los dientes y ni siquiera disfrutan de la comida. Olvidan los nombres de las cosas y tampoco pueden entregarse al placer de la lectura porque no son capaces de ligar el principio de un párrafo con su final. Gulliver pudo observar a alguno de ellos, ahítos de malformaciones y de aspecto cadavérico: “Ofrecían, el espectáculo más doloroso que haya contemplado en mi vida”. Ni siquiera cuentan con el consuelo de la muerte. Y el PAÍS DE LOS HOUYHNHNMS, los caballos con quienes de haber podido se hubiese quedado, en contraposición a los yahoos. Llevada a la pantalla me gusta mucho la versión de 1996 “Gulliver's Travels” (TV), con Ted Danson, en el rol protagónico.

LOS VIAJES DE GULLIVER -Jonathan Swuitf Vaya por delante mi agradecimiento a Begoña y a mi compañero de vida por instarme en no demorar más la lectura de éste clásico que muchos leen sin ver y muchos denotan por desconocimiento. Adentrarse en esta lectura que pareciera alocada y de una fantasía sin límites, es descubrir en esos cuatro viajes en los que se divide, una carga de crítica social y política feroz. Swift trata de camuflarlo, como muchos otros autores de la época, pero constantemente su pensamiento sale a la luz. El cuarto viaje es sin duda el más sublime porque por él trancurre ya sin velo un estudio filosófico sobre el ser humano. Descartes, Platón o Sócrates influencian cada línea y el alma humana queda al descubierto en sus peores defectos reflejada en los yahoos frente a la nobleza de un reino de nobles caballos de nombre impronunciable y cuyo valor principal es la verdadera amistad. Cuando el viajero iluminado por la Sabiduría de estos seres que le muestran el camino vuelve a su país le queda el viaje más arduo volver a aceptar la estulticia de sus congéneres y vivir con ellos.

Desgraciadamente este libro es considerado por muchos como literatura infantil, debido a que se han popularizado las ediciones adaptadas, en las que solo aparecen los dos primeros viajes y se eliminan los demás. Además, hay que sumarle la censura a la que la han sometidos los traductores españoles. Lo que se debe hacer es leer el libro completo, con todos los viajes y, lo que es importante también, no expurgado por pretendidos moralistas, y ahí será más fácil descubrir por qué este libro tuvo tantas dificultades para su publicación desde el principio. El libro es despiadado en su sátira, cuando se refiere al género humano. Es ácido y corrosivo cuando expone la política, la religión, la ciencia y las costumbres. "Oculté las flaquezas y deformidades de mi madre patria y coloqué sus virtudes y belleza a la luz más conveniente y ventajosa", dice Gulliver, "pero ni todo su empeño logró tapar la terrible realidad, como nosotros tampoco podríamos, por más que lo intentemos". Vale la pena leer este libro, pero cuidado, porque no es de lectura rápida. Quién así lo lea solo verá la superficie y se perderá el mensaje que transmite, uno que aunque proviene del siglo XVIII es terriblemente actual en el siglo XXI.

Los viajes de Gulliver, Aunque muchos lo consideran un libro para niños, creo que va mucho más allá de eso. Lleno de comedia, terror, acción, suspenso e importantes lecciones de vida, este libro lo tiene todo, haciendote querer leer el libro más y más y descubrir a qué tierras lejanas sus páginas te llevan en la mente y la fantasía, mucho más allá de nuestro mundo físico y mental en el que vivimos. Así como su héroe, nos enseña en este mundo y en esta vida a permanecer abiertos a cosas nuevas, nuevas aventuras, nuevas culturas e idiomas, expandir nuestros horizontes y irnos mucho más allá del mundo que vemos y en el que vivimos todos los días. Porque el mundo es grande, lleno de conocimientos, sorpresas, cosas a veces raras pero siempre interesantes, y es a nosotros para descubrirlas.