Tercera entrega de la aclamada serie Forastera. Cuando Claire Randall concibe la esperanza de que su amado James Fraser pudo haber sobrevivido a la guerra entre ingleses y escoceses, decide emprender un nuevo viaje en el tiempo para intentar reunirse con él. Y pese a que lo consigue, Claire y James se ven obligados a iniciar una larga travesía hacia las exóticas y desconocidas costas del Caribe, donde, entre las amenazas de los piratas y los misterios del vudú, procurarán forjarse una nueva vida lejos de las brumosas y beligerantes islas británicas. Aunque perteneciente a la saga de Claire Randall –cuyos dos primeros títulos, Forastera y Atrapada en el tiempo, se han convertido en éxitos de ventas en Estados Unidos y Europa– Viajera es una novela con peso propio, en la que el lector encontrará esa forma única y original de exponer los más nobles sentimientos humanos que caracteriza las historias de Diana Gabaldon y que, junto a una prosa ágil y entretenida, han cimentado la extraordinaria popularidad de esta autora.
Claire le ha contado a Brianna todo lo relacionado con su padre (Jaime Fraser). Mientras investigaban de la mano de Roger Wakefield descubren que Jaime no murió en Batalla de Culloden y se proponen en saber lo que sucedió. La historia va contada en un inicio a dos tiempos, una en 1746 cuando el honor de John Grey tras la mano de su hermano Lord Meltón salva la vida de Fraser y en 1968 Claire en Inverness al lado de Roger y Brianna encuentran una peculiar historia de el gorropardo (leyenda de las tierras altas de escocia). Hasta este punto el libro va muy fluido, pausado e interesante. Los capitulos avanzan a 1752, seis años después de separarse de su esposa Claire, Jaime vive escondido, afligido y un poco loco en una cueva en Lallybroch, pero poco después es llevado prisionero a Ardsmuir, donde llega como gobernador John W. Grey y tras varios sucesos establecen una gran amistad. Mientras en 1968 su amada descubre el diario de Lord Melton que confirma que Jaime sigue vivo, ella le cuenta a Roger un poco de lo acontecido después de su regreso con Frank tras haber dejado a Jaime 200 años atrás y como ingreso a la universidad a estudiar medicina. En 1756 Jaime es llevado a Helwater, a casa de Lord Dunsang a prestar servicios domésticos un tiempo antes de otorgarlen la libertad; en este lugar establece un apego a un niño llamado Willie y permanece un largo tiempo como mozo de cuadra. Roger y Brianna tras una extensa busqueda, encuentran a Jaime en Edimburgo, mientras Claire viaja a U.S. para zanjar asuntos y hablar con su amigo Joe Abernathy y le pide que cuide de su hija. Claire se ha preparado para volver a viajar en el tiempo por las piedras de Craigh na Dun, para ir al Edimburgo donde Jaime trabaja como impresor. Por fín llega tan anhelado reencuentro, a pesar de que la historia gira entorno a ellos es justo después de este punto donde toma giros impensados, nuevos personajes, nuevas aventuras, reencuentros con la familia de Lallybroch que ella dejó atrás; es también un reencuentro para nosotros los lectores, que a pesar del poco tiempo entre libro y libro, no dejan de ser 20 años llenos de acontecimientos y es precisamente esa brecha la queda mucha tela pa’ cortar. Todo lo que sucede desde aquí es fenomenal, hay una gran variedad de temas ligados a la historia de estos dos personajes: contrabando de licor, traición, secuestro, comercio con esclavos que brinda a la historia un contexto diferente al de la rebelión jacobita viajando por Islas, enfrentando pestes, enfermedades tropicales, piratas y un particular personaje Chino que da mucho de que hablar. La autora nos hace cómplices y parece revelar un secreto de su pluma: “Una dama novelista me dijo, cierta vez, que escribir novelas era arte de caníbales, pues uno mezcla con frecuencia pequeñas porciones de sus amigos y sus enemigos, los sazona con imaginación y permite que todo eso se cocine en un sabroso guisado”. P.D: Este libro deja grandes intrigas para el cuarto, que estará narrado en América, mi querido continente. La he pasado de maravilla con esta saga.
Sin duda es el libro que más me ha gustado hasta el momento de la saga. A pesar de su extensísimo tamaño (1023 páginas) no se me ha hecho pesado en ningún momento. Capítulo tras capítulo te pica la curiosidad por saber qué pasará. Tiene mucho ritmo y los diálogos están muy bien construidos. Es una novela que tiene todos los ingredientes para que me encante: aventuras, intrigas, misterios, secretos, amor y recuentros… Todo ello envuelto en una ambientación inimaginable. Podemos ver como los personajes van evolucionando y conoceremos más aspectos de cada uno de ellos. Nos llevaremos sorpresas que estoy convencida que no te verás venir. Creo que ha sido una muy buena continuación. Estoy deseando continuar con esta saga.
No sé porque siempre con Diana Gabaldon me pasa lo mismo, en algunos capítulos cuando los empiezo a leer no me gusta como se va dando el giro de la historia, y me digo hay no porque; no estoy de acuerdo, pero al final del capitulo termino convencida de que estuvo bien el giro que le dio a la historia, y es que con ella siempre la historia está cambiando continuamente y es por eso que no quieres dejar de leer. En este libro Claire sigue buscando información sobre Jamie y empieza a sospechar que a estas alturas de su época 1968 y 1766 para Jamie; el sigue vivo, y empieza a preguntarse en regresar al circulo de piedras a las que teme tanto, para regresar al pasado y reencontrarse con Jamie!!! Tambien esa forma de como se van enterando de como han sido sus vidas y como a pesar de todo lo que han pasado cada uno por su cuenta en esos 20 años, a pesar de sentirse celosos o tristes por todo aquello, lo platican, lo superan y siguen juntos porque su amor es más grande que todo!!! Estoy tan enamorada de su relación, sufro con ellos, que tengo que estarme diciendo "es solo un libro, no es real" nunca me había clavado tanto con una saga y una historia de amor como con esta. Este libro lo terminé con un suspiro en el corazón, ay que bonito 😍 "Dame un beso Claire -susurró- Recuerda que para mí vales más que la vida"
Claire le ha contado a Brianna todo lo relacionado con su padre (Jaime Fraser). Mientras investigaban de la mano de Roger Wakefield descubren que Jaime no murió en Batalla de Culloden y se proponen en saber lo que sucedió. La historia va contada en un inicio a dos tiempos, una en 1746 cuando el honor de John Grey tras la mano de su hermano Lord Meltón salva la vida de Fraser y en 1968 Claire en Inverness al lado de Roger y Brianna encuentran una peculiar historia de el gorropardo (leyenda de las tierras altas de escocia). Hasta este punto el libro va muy fluido, pausado e interesante. Los capitulos avanzan a 1752, seis años después de separarse de su esposa Claire, Jaime vive escondido, afligido y un poco loco en una cueva en Lallybroch, pero poco después es llevado prisionero a Ardsmuir, donde llega como gobernador John W. Grey y tras varios sucesos establecen una gran amistad. Mientras en 1968 su amada descubre el diario de Lord Melton que confirma que Jaime sigue vivo, ella le cuenta a Roger un poco de lo acontecido después de su regreso con Frank tras haber dejado a Jaime 200 años atrás y como ingreso a la universidad a estudiar medicina. En 1756 Jaime es llevado a Helwater, a casa de Lord Dunsang a prestar servicios domésticos un tiempo antes de otorgarlen la libertad; en este lugar establece un apego a un niño llamado Willie y permanece un largo tiempo como mozo de cuadra. Roger y Brianna tras una extensa busqueda, encuentran a Jaime en Edimburgo, mientras Claire viaja a U.S. para zanjar asuntos y hablar con su amigo Joe Abernathy y le pide que cuide de su hija. Claire se ha preparado para volver a viajar en el tiempo por las piedras de Craigh na Dun, para ir al Edimburgo donde Jaime trabaja como impresor. Por fín llega tan anhelado reencuentro, a pesar de que la historia gira entorno a ellos es justo después de este punto donde toma giros impensados, nuevos personajes, nuevas aventuras, reencuentros con la familia de Lallybroch que ella dejó atrás; es también un reencuentro para nosotros los lectores, que a pesar del poco tiempo entre libro y libro, no dejan de ser 20 años llenos de acontecimientos y es precisamente esa brecha la queda mucha tela pa’ cortar. Todo lo que sucede desde aquí es fenomenal, hay una gran variedad de temas ligados a la historia de estos dos personajes: contrabando de licor, traición, secuestro, comercio con esclavos que brinda a la historia un contexto diferente al de la rebelión jacobita viajando por Islas, enfrentando pestes, enfermedades tropicales, piratas y un particular personaje Chino que da mucho de que hablar. La autora nos hace cómplices y parece revelar un secreto de su pluma: “Una dama novelista me dijo, cierta vez, que escribir novelas era arte de caníbales, pues uno mezcla con frecuencia pequeñas porciones de sus amigos y sus enemigos, los sazona con imaginación y permite que todo eso se cocine en un sabroso guisado”. P.D: Este libro deja grandes intrigas para el cuarto, que estará narrado en América, mi querido continente. La he pasado de maravilla con esta saga.
Una maravillosa aventura te espera en este tercer libro de la saga. Me encantó este descubrimiento. A pesar de ser libros muy largos, apenas se nota.
"Viajera", Diana Gabaldón El tercero de Forastera, una aventura tras otra, donde un realismo mágico se hace casi increíble. Muy intenso sin duda, sobre todo al final. Leído en 2020
Muy buen continuación de la historia de Jaime y Claire. Que bien está definida la historia de amor, deseo y necesidad entre los protagonistas. No tienen un momento de respiro.
Como toda esta saga mi puntuación es de 5 ⭐. Me costó terminarlo, porque es un libro muy largo y tiene tanta historia, detalles, descripción de Escocia, Francia, Jamaica, el Caribe, o la vida en el barco, que te atrapa desde el inicio, pero requiere mucha concentración. Amé a los personajes como siempre, los giros de trama, la mezcal de la medicina con la historia es un lujo. Se nota lo mucho que la autora investigó, le dedicó tiempo. Lo super fecomiendo
—Bueno —le dije—, me enamoré de otro y me casé con él. Lo siento —añadí enrespuesta a la expresión de horror que le cruzó la cara—. No lo pude evitar.
Había nacido para ser líder; luego fue cambiado y rehecho para ajustarse aún mása ese destino. Pero ¿qué pasaba con el hombre que se veía obligado a desempeñar un papel sin haber nacido para él?
—Él te entregó a mí —continuó ella en tono casi inaudible—. Ahora tengo que devolverte a él, mamá. Aquellos ojos, tan parecidos a los de Jamie, me miraban anegados por las lágrimas.
—James Mackenzie Fraser —murmuró apartando la vista del papel hacia la mujer que dormía en el sofá—. No sé quién fuiste, amigo, pero debiste de ser algo muy especial para merecerla.
—En mi defensa he de decir que mis intenciones eran buenas —musitómelancólicamente mientras me sonreía. —Bueno, ya sabes lo que se dice de las buenas intenciones. —¿Qué? —Que de ellas está empedrado el infierno.
Una dama novelista me dijo, cierta vez, que escribir novelas era arte decaníbales, pues uno mezcla con frecuencia pequeñas porciones de sus amigos y sus enemigos, los sazona con imaginación y permite que todo eso se cocine en un sabroso guisado.