Desde un concepto de lo hispánico que engloba no sólo lo español, sino también todo lo ibérico en su más lato sentido espacial, así como lo islámico y lo judío, tal cual se desarrolló en la Península Ibérica durante siglos de historia, en el más lato sentido temporal y, por supuesto, lo americano, pre y postcolonial, Eduardo Subirats, se encara con nuestra realidad cultural sin dejar de forcejear con las tibias y reaccionarias nociones que han pretendido deformar la verdadera faz del hispanismo con la lima fatua de la tolerancia multiculturalista o con la pompa amplificante de la exaltación imperialista.